julio - septiembre 2018
Tirteo
Pues es hermoso morir si uno cae
en la vanguardia
cual guerrero valiente que por su patria
pelea.
Que lo más amargo de todo es andar
de mendigo,
abandonando la propia ciudad y sus
fértiles campos,
y marchar al exilio con padre y madre ya
ancianos,
seguido de los hijos y de la legítima
esposa.
Porque ese será un extraño ante quienes
acuda
cediendo a las urgencias de la odiosa
pobreza.
Afrenta a su linaje y baldona su noble
figura
y toda clase de infamia y ruindad le
persigue.
Si un vagabundo así ya no obtiene
momento de dicha
ninguno, ni vergüenza ni estima ninguna,
entonces con coraje luchemos por la
patria y los hijos,
y muramos sin escatimarles ahora
nuestras vidas.
¡Ah jóvenes, pelead con firmeza y codo
a codo;
no iniciéis una huida afrentosa ni cedáis
al espanto;
aumentad en vuestro pecho el coraje
guerrero,
y no sintáis temor de hacer frente al
enemigo!
Y a vuestros mayores, que ya no
conservan ligeras rodillas,
a los viejos, no les abandonéis atrás al
retiraros.
[...]