Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Campanadas esperanzadas

Ana Eva Fraile [Com 99]

Tratar las enfermedades oncológicas con mayor precisión y de forma personalizada es el objetivo de Cancer Center de la Universidad, que se presentó a principios de febrero en el campus de Madrid. El centro se asienta en más de cuatro décadas de experiencia y aúna el trabajo de 550 profesionales de la Clínica, el Cima y las facultades del área biosanitaria. En la lucha contra el cáncer, la Campana de los Valientes suena cada vez que la vida gana.


El eco de la campana en los pasillos de la Clínica pregona buenas noticias. Cuando Berta Rodríguez-Curiel salió de la cabina después de su última sesión de radioterapia, el 28 de diciembre de 2019, su familia la recibió con flores, globos, aplausos, abrazos… y una campana. Berta la tocó por primera vez, pero no se la llevó a casa: decidió regalarla al Departamento de Oncología Radioterápica para que otros pacientes, al superar su tratamiento, pudieran brindar esperanzados por una nueva etapa. 

Este símbolo acompañó la gestación de la Unidad de Protonterapia, que comenzó su andadura el 17 de abril de 2020 en el campus de Madrid. La pandemia no frenó la actividad de esta iniciativa pionera en Europa y cerca de medio millar de personas se han beneficiado de la radioterapia más precisa y segura que existe hoy día, ya que permite maximizar la dosis para tratar el tumor sin irradiar el tejido sano circundante. Gracias a ella, la pequeña Ahinara Iglesias se agarró con fuerza a la cuerda y, ayudada por su padre, que la sostenía en brazos, sacudió el cuerpo de la campana en julio de 2020. Con solo seis años, esta niña procedente de Guayaquil (Ecuador) cruzó el mundo antes de que el covid-19 cerrara las fronteras para curar su tumor cerebral. Y se convirtió en la primera paciente pediátrica. 

La aplicación de la protonterapia marca otro hito en la determinación de la Universidad por ayudar a los pacientes con cáncer. A principios de los ochenta, la Clínica cre uno de los primeros departamentos de Oncología de España. En 2004, el Cima abrió una línea prioritaria de investigación aplicada en cáncer. Y en 2017, coincidiendo con la apertura de la sede del hospital en Madrid, arrancaron los trabajos preliminares del Cancer Center, que se presentó el pasado 2 de febrero. 

Este nuevo centro enraiza en uno de los ejes de la Estrategia 2025: poner al servicio de la sociedad medicina personalizada de vanguardia. En el núcleo de su ADN late el enfoque multidisciplinar y colaborativo, tan propio del quehacer universitario. Un total de 550 especialistas de catorce áreas —médicos, investigadores, docentes, profesionales de enfermería y de otros ámbitos— conforman el Cancer Center.

El proyecto reúne, coordina y potencia la actividad asistencial, investigadora y docente en torno al cáncer que se desarrolla en la Clínica, el Cima y las facultades biomédicas. Dirigido por el Dr. Antonio González, participará en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Una de las medidas que contempla es la creación de una red que conectará los centros oncológicos integrales reconocidos en cada Estado miembro. Su objetivo: ofrecer a la mayoría de los pacientes el abordaje más adecuado de estas patologías en 2030. 

Los antecedentes de este modelo se sitúan en Estados Unidos. Desde 1971, el National Cancer Institute acredita a hospitales del país para avanzar en métodos de prevención, diagnóstico y tratamiento. Entre los primeros designados, el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas. Uno de sus pacientes fue el almirante Irve Le Moyne, quien, al completar la terapia para combatir un tumor muy agresivo, llevó la campana de bronce de su buque y la tocó. «Misión cumplida» es el significado de esa señal para los marines. El Cancer Center de la Universidad de Navarra ha heredado el sentido de esa tradición que surgió en Houston en 1996. Su afán por curar más y curar mejor garantiza que se siga escuchando el repique más esperado.