Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Tecnun eRacing: diseñar, construir, competir, aprender y disfrutar

Texto Ignacio Villameriel [Com 07]  Fotografía Ignacio Villameriel y Justy García Koch

Medio centenar de alumnos de Tecnun han fabricado un coche de carreras para Formula Student, la Fórmula 1 de los futuros ingenieros, en la que participan seiscientas universidades de todo el mundo. Esta experiencia, basada en el trabajo en equipo entre estudiantes de distintos grados y cursos, les aporta la visión más práctica de la ingeniería. Su monoplaza competirá en los circuitos profesionales de Assen (Holanda) y Montmeló (Barcelona) este verano.


Hacía un frío terrible y llovía a mares aquella noche en San Sebastián. «Un mal día para empezar a trabajar», pensó Patxi, que afrontaba su primer turno como vigilante de seguridad en el campus de Ibaeta de la Universidad de Navarra. Aquel viernes estaba transcurriendo sin incidentes: no había coches en el aparcamiento, todas las puertas estaban bien cerradas y ninguna luz se había quedado encendida. 

A las tres de la mañana Patxi salió a hacer la ronda. Solo se oía el roce de sus botas contra el asfalto y el repiqueteo de la lluvia sobre su chubasquero. Al llegar al edificio multiusos, un murmullo le inquietó. Cuando se acercó al Taller de Automoción, de donde provenían las voces, se sorprendió al encontrar a un grupo de jóvenes que parecían estar desvalijando un coche similar a un Fórmula 1.

—¡Eh! ¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí a estas horas? —exclamó mientras sacaba el walkie talkie.

—Tranquilo, somos del Tecnun eRacing —respondió uno de los chicos tras el sobresalto inicial.

—¿Del Tecnun qué? —contestó Patxi con el talkie todavía en la mano.

—Del equipo de automoción de la Escuela. Estamos montando desde cero este coche.

—¿Un viernes a estas horas? —insistió el vigilante, desconfiado.

—Sí, a veces que nos dan las tantas.

—Perdonad, es que hoy es mi primer día —respondió Patxi, algo más relajado. No esperaba encontraros aquí. 

—¿Quieres un café, o mejor una tila? —le ofreció una alumna.

Esta anécdota que sigue circulando por la Escuela de Ingenieros podría haber ocurrido así, aunque ya nadie recuerde con certeza quién fue aquel guardia ni en qué fecha concreta sucedió. Es seguro que alguien se llevó un buen susto al encontrar a este equipo tan peculiar trabajando a altas horas de la madrugada.

PREPARADOS PARA LA ALTA COMPETICIÓN

 Este monoplaza constituye, según señalan los propios alumnos, uno de los principales motivos por los que muchos de ellos decidieron matricularse en Tecnun. Cada curso diseñan, fabrican y testean un bólido para la competición Formula Student, que promueve la excelencia en ingeniería entre más de 2 500 estudiantes de seiscientas universidades. Cada temporada se celebran carreras en varios circuitos europeos, organizadas por FISITA, una federación internacional del sector automovilístico. Este verano, el equipo de Tecnun competirá en Assen (Holanda), del 8 al 12 de julio, y en Montmeló, del 20 al 25 de agosto. 

En algunos países la Formula Student está muy valorada. «En Alemania, por ejemplo, constituye un pilar muy importante para la industria», apunta Manuel Alonso [Ing Diseño Industrial 15]. Hace unos años, él formó parte del equipo y en la actualidad trabaja como consultor técnico y de producto en BMW. «Por eso es vital que la Universidad tenga un equipo competitivo capaz de enfrentarse a los mejores», indica el responsable del grupo, Eric Roig [Ing. Mecánica 19 Ing. Industrial 19].    

Unidos por el lema «Build a team, build a car, build a passion», cincuenta alumnos compaginan sus estudios con el diseño y la fabricación de un coche que este año pesará 220 kilos, tendrá una potencia de 110 caballos y alcanzará los 120 kilómetros por hora en pista. Se trata de un proyecto con mucha rotación: todos los años se renueva aproximadamente un 30 por ciento de sus miembros, todo un reto para un equipo que lleva en funcionamiento casi una década. 

Su historia se remonta a 2009 con Tecnun Motorsport, orientado a monoplazas de combustión. Un año después nació Tecnun SeedRacing, con el objetivo de diseñar un modelo eléctrico. Finalmente, ambas plantillas se fusionaron en 2018 para adaptarse a las exigencias del mercado y apostar por un vehículo íntegramente eléctrico. «Estamos yendo más allá con cuestiones de fabricación aditiva y fibra de carbono», explica Roig. «Por ejemplo, la estructura ergonómica del volante está impresa en 3D. Además, hemos diseñado  unos alerones empleando la misma tecnología que McLaren».

Como muestran varios logos sobre el monoplaza, una serie de mecenas respaldan el proyecto. La empresa Ikor, en la que trabaja Mikel de la Cruz [Ing. Industrial 05 Ing. Automática 06], colabora desde 2016. Esta y otras entidades ofrecen una visión profesional en el desarrollo de sistemas complejos y resuelven las dudas de los estudiantes. Además, los empleados que participan son voluntarios. «A ellos los acerca al mundo universitario, del que a veces contratan a nuevos talentos; y, a su vez, contribuye a que su empresa sea conocida en el entorno», comenta Elisa Igoa [Ing. Diseño + Mecánica 20].

El presupuesto de eRacing asciende a cien mil euros, financiados en un 60 por ciento por la Universidad y un 40 por ciento por aportaciones privadas. Cuarenta y cinco patrocinadores ayudan al equipo suministrando algunas piezas o impartiendo formación. Al principio de la temporada, los futuros ingenieros deben decidir qué aspectos quieren mantener y cuáles perfeccionar con respecto al prototipo anterior con los recursos disponibles. «Es un proyecto tan complejo que siempre buscamos obtener el máximo rendimiento al menor coste», señala Eric Roig. Por ejemplo, «hemos imitado el proceso de desarrollo de una marca de coches utilizando una herramienta tan puntera como el simulador de conducción de AIC-Automotive Intelligence Center». Este sistema ha permitido a los alumnos crear una réplica del monoplaza con la que han realizado un estudio de sensibilidad para conocer el impacto de cada pieza en el resultado final y detectar posibles problemas.

 

EL ESFUERZO DE VARIAS GENERACIONES

 Cuando hablan del futuro son conscientes de que muchos de ellos no estarán. «Pensamos en el legado que dejaremos a las próximas promociones. Formamos a los recién llegados para que hagan lo mismo con los que vengan después», destaca Roig. «El método de trabajo y las labores técnicas de diseño y fabricación nos pillan un poco verdes al principio», confiesa Ignacio Vera [Ing. Mecánica 18 Ing. Industrial 19]. Él entró en Tecnun Motorsport porque le interesaba aprender sobre automoción y ahora se encarga de la dirección técnica del proyecto.

Manuel Alonso guarda buenos recuerdos de su paso por el proyecto. Hace tres años se incorporó a la plantilla del grupo BMW en Madrid. Según reconoce, consiguió el empleo gracias a Tecnun eRacing, ya que la firma consideró suficiente su experiencia en el mundo de la automoción. «La oportunidad de crear monoplazas de carreras durante la etapa universitaria no se puede desaprovechar», aconseja. No hace mucho, Alonso les contó a los actuales miembros de eRacing cómo era el equipo en su época: «Funcionábamos casi como una pequeña empresa dentro de Tecnun. Nos reuníamos semanalmente por áreas para monitorizar el desarrollo y documentábamos todos los avances». 

Pero el ciclo no se detiene y el equipo gana experiencia mientras renueva constantemente a sus miembros. Elisa Igoa, que se ha estrenado este curso, explica su función en el área de aerodinámica: «En septiembre nos centramos en el diseño del alerón trasero del coche y, a partir de enero, empezamos a fabricar el material necesario para construir esta pieza». A ella, vivir esta experiencia le aporta «la visión más práctica de la ingeniería, que a veces no da tiempo a desarrollar con profundidad en clase». Además, considera que la presión añadida de «trabajar bien y a tiempo» les prepara para su futuro laboral. 

Sacar adelante una misión de esta envergadura requiere mucha ayuda experimentada. Andoni Medina [Ing. Industrial 09], profesor de Tecnología de Vehículos, es el coordinador del proyecto. «Recurrimos a él si tenemos un duda o un problema», afirma Ignacio Vera. Hasta el curso pasado también contaban con la colaboración del profesor Juan Mari Egaña, que se jubiló en agosto de 2018.

Aun así, toda contribución es poca. Lo que más sorprendió a Arrate García [Ing. Electrónica 20] fue la cantidad de horas de trabajo que hay detrás de la construcción del coche. Pese a ello, le gusta ese «exceso de actividad». Tanto es así que no descarta dedicarse a la automoción profesionalmente. 

María Serrano Martínez [Ing. Industrial 19] llegó a Tecnun eRacing siguiendo los pasos de su hermano mayor, Nicolás [Ing. Técnica Industrial 16 Máster en Ing. Industrial 18], que trabaja en Lander Simulation. «Yo ni me había planteado participar —confiesa María—. No entendía cómo mi hermano podía dedicar tantas horas (y tantas noches) a un proyecto como este». Pero enseguida supo por qué lo hacía: «Me di cuenta de que podía descubrir aspectos diferentes. Además, me ha dado la oportunidad de conocer a algunos de mis mejores amigos. Aquí aprendes de todo, te manchas las manos, cometes mil errores, pero al final de la temporada lo único que importa es que el proyecto ha salido adelante y que tú has sido parte del logro».

 

 

Nota: El vigilante de seguridad ficticio de este artículo se llama Patxi en homenaje a Patxi Echepare, bedel de Tecnun que empezó a trabajar de vigilante nocturno y que se ha jubilado recientemente.