José Antonio Vidal-Quadras
Ecos
Los árboles visten toda la plaza
Desde 1963, la primera imagen de la plaza que enmarca la fachada del Edificio Central de la Universidad de Navarra, los árboles que entonces empezaron a crecer tuvieron la pacífica compañía de coches aparcados bajo sus sombras. Pero en este agosto la imagen ha cambiado: los árboles se han quedado solos, pero más grandes y bellos que nunca. El ahora gigantesco Ginkgo Biloba, empezó pequeño en el campus, con la compañía de otro ejemplar en Pamplona. Este árbol procede de China, y es el más antiguo de nuestro planeta: existen hojas fósiles fechadas hace 270 millones de años, de antes de los dinosaurios. Los años han transcurrido, y tenemos alineados una colección de Ginkgos en el aparcamiento de Derecho, al lado de seis hermosos Lagestroemias o “Árboles de Júpiter” nuevos y muy floridos. Afortunadamente, los árboles de esta plaza siguen floreciendo como crecen nuestros cerezos japoneses, de maravilloso y fugaz color rosado todas las primaveras. A quienes conocen Japón les choca que no los tengamos de color blanco, que es como los prefieren en ese país. Los jardineros plantaron el año pasado otros cerezos japoneses, que están al lado de la Pawlonia tomentosa o Árbol de la emperatriz que comenté aquí en el número 668. Los dos magníficos magnolios de los rincones de esta vieja plaza enmarcarán mejor que nunca la fachada del Edificio. Y esta imagen la completan dos ejemplares autóctonos: el Fagus sylvatica purpúrea o grandiosa haya roja, y el sólido roble o Quercus robur.
El 20 de julio, el Diario de Navarra dio voz a Jesús Díaz, nuestro responsable de Comunicación, para explicar que esta remodelación obedece a dar mayor seguridad al Central tras el golpe terrorista de ETA en octubre de 2008. La plaza quedará peatonalizada con zona para dejar y tomar taxis, con accesos de vehículos, sendas peatonales, pasos de cebra, sitios para bicis, y con parada del autobús 1 más lejos de los Comedores Universitarios.
Ese central lugar será sobre todo un jardín.