Dirección y guion: Celia Rico | España, 2024. Cine minimalista pegado al corazón.
Teresa tiene cuarenta y tantos, está soltera y ante un accidente de su madre se traslada a cuidarla. En la convivencia diaria surgirán roces, pero también la posibilidad de llegar a entenderse.
En su anterior película, Viaje al cuarto de una madre, Celia Rico abordó las relaciones maternofiliales. Ahora profundiza en el tema con más madurez narrativa y visual. Dos magníficas actrices (Adriana Ozores y María Vázquez) despliegan todo un mosaico de emociones, paradojas y contradicciones en las que el espectador puede reconocerse.
Los pequeños amores es uno de esos ejemplos de cine que se pega a la vida, que explora el corazón humano y habla de pequeños gestos que componen la épica del día a día. Los héroes de esta cinta son personajes que luchan contra sus mezquindades, sus caprichos, su necesidad de valoración. Su, en definitiva, fragilidad. En el magnífico final se descubre la maestría de Rico como guionista y directora: nunca un mensaje de audio condensó tantas historias y cerró tantas heridas.