Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

La dama de la Sociología

Alejandro N. García, investigador del proyecto «Cultura emocional e identidad» del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra.


Margaret Archer es una mujer acostumbrada a liderar proyectos. Su afabilidad y capacidad de diálogo concita adhesiones, alcanzando reconocimientos del más alto nivel. Recientemente, visitó el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra para impartir la conferencia «Cultura y socialización en la Modernidad tardía».

Pionera

Desde el punto de vista académico, tanto docente como investigador, cuenta con un sólido prestigio internacional en el ámbito de las ciencias sociales. De hecho, entre 1986 y 1990 se convirtió en la primera presidenta de la Asociación Internacional de Sociología (ISA, por sus siglas en inglés), una influyente entidad auspiciada por la UNESCO que agrupa a 4.500 miembros de 137 países.

Cultura y ser humano

Archer es una cualificada representante de la Teoría Social Realista (denominada en inglés Critical Realism). Su tesis central es la autonomía entre cultura, estructura y acción social, tres realidades independientes pero no aisladas, por más que cada una posea sus características específicas. Esta teoría sociológica ofrece un marco de comprensión de la acción humana capaz de responder a la pregunta de qué capacidad tenemos las personas concretas, a través de nuestras decisiones, para transformar la cultura y las estructuras sociales en las que vivimos. 

Reduccionismo

La sociología realista se contrapone a algunas corrientes intelectuales que tratan a la persona como un simple producto de estructuras o valores culturales. Es decir, consideran al ser humano como el resultado de complejas influencias económicas o sociales que son las que, en realidad, explicarían nuestras decisiones vitales. Estas propuestas sociológicas conciben al ser humano como un sujeto pasivo, una marioneta en manos de las grandes corporaciones, gobiernos, empresas de publicidad, líderes mediáticos... 

Dueños de nuestro destino

Por el contrario, Margaret Archer acepta la existencia de esas influencias y condicionamientos en nuestra acción, pero no reduce la explicación de la elección humana y de las propias personas a meros títeres. Su perspectiva sociológica es, por tanto, humanizadora, y consigue explicar —con indudable rigor conceptual— cómo las decisiones personales son relativamente libres y, además, pueden provocar cambios culturales importantes.