Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Libros para entender a los hijos

El matrimonio formado por Carlos Goñi y Pilar Guembe es una auténtica factoría editorial. Él es licenciado y doctor en Filosofía, y compagina la docencia con una intensa creación literaria. Ha publicado una veintena de libros que incluyen ensayos, novelas infantiles, libros de historia o reflexiones filosóficas. Ella es pedagoga y trabaja de profesora y orientadora. Han escrito conjuntamente varias obras relacionadas con la educación y con las relaciones entre padres e hijos. Estas son algunas de sus aportaciones, juntos o por separado.


“Porque te quiero. Educar con amor y mucho más” (2010). Pilar Guembe y Carlos Goñi. El libro proporciona muchas pistas para afrontar los pequeños retos cotidianos, tan decisivos en la educación de los hijos. Estructurado en cuatro partes (“Porque quiero que seas independiente”, “Porque quiero que seas capaz”, “Porque quiero que seas tú”, “Porque quiero que seas feliz”), aporta ideas muy prácticas para que los padres no caigamos en errores tan inconscientes como habituales.

“No me ralles. Claves para hablar con hijos adolescentes” (2007). Pilar Guembe y Carlos Goñi. Los adolescentes dicen que sus padres les rallan, que no se puede hablar con ellos, que sólo saben echar broncas y que no les tienen en cuenta para nada; los padres, por su parte, se quejan de que sus hijos no les escuchan, que sólo responden con monosílabos, que no entran en razón. Algo falla en la comunicación entre padres e hijos. No me ralles introduce numerosos testimonios y analiza las situaciones en las que con más frecuencia los padres rallan a sus hijos: las tareas domésticas, sus modales, el orden en su habitación, las drogas, los amigos, las salidas, el rendimiento escolar, el móvil, la tele, el chat, la alimentación, la paga, la ropa, la música, etcétera. En este libro, los autores, ayudan a los padres a conocer el mundo adolescente, a cambiar el registro de comunicación y a establecer una relación positiva con sus hijos basada en el sentido común y evitando enfrentamientos.

“No se lo digas a mis padres” (2004). Pilar Guembe y Carlos Goñi. Los casos que se relatan en este libro pretenden ser una ocasión para que los padres reflexionen sobre su estrategia educativa, para que conozcan lo que preocupa a los adolescentes y vean con optimismo su labor. La primera dificultad con que se encuentran es que desconocen lo que les pasa a sus hijos, por ello, no vendría mal leer estas confidencias, pues no se puede solucionar un problema si antes no se conoce su existencia. Con esta intención, los autores reproducen 31 conversaciones con adolescentes, enmarcándolas en su contexto y añadiendo algunas pautas que puedan servir tanto para prevenir como para corregir situaciones similares a las planteadas.

“Etica borrosa. Sobre la necesidad de la reflexión y el silencio” (2010). Carlos Goñi. La época actual se caracteriza por su desorientación moral. No está nada claro qué es bueno y qué es malo. Todo se considera aceptable. Muchas personas viven perdidas en un mar de brumas: sin brújula, sin referencias, sin faro que las guíe, sin rumbo. Es la época de la ética borrosa. Tras analizar detenidamente los conceptos que la nueva ética ha convertido en borrosos, como el amor, la sexualidad, la familia, la identidad, la política, la moda, la enseñanza, el ocio, la cultura, la religión... Carlos Goñi propone buscar en el silencio de la reflexión personal.

“Cuéntame una historia. Un paseo por el mundo antiguo de la mano de heródoto” (2011). Carlos Goñi. El libro propone un fascinante paseo por el mundo antiguo de la mano de Heródoto. El “padre de la historia”, como lo llamó Cicerón, cuenta cómo se las ingenió el faraón Psamético para saber quiénes fueron los primeros habitantes del mundo, cómo Creso destruyó un gran imperio, que resultó ser el suyo, o por qué se decía que el rey persa Ciro era hijo de una perra. Gracias a él se descubre que las murallas de Babilonia eran inexpugnables, que la geometría se inventó en Egipto o que el relincho de un caballo entronó al rey Darío.