Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

En Nuestro Tiempo aprendí el oficio de periodista


En Nuestro Tiempo aprendí el oficio de periodista

Nuestro Tiempo está ligado a mi orientación profesional, que, en principio, era el Derecho. Había incluso pensado en una tesis y en una carrera universitaria pero finalmente el Periodismo pudo más que todo el resto.

Después de terminar los estudios, que comencé en Madrid y finalicé en Barcelona, en 1954 Nuestro Tiempo fue mi primer trabajo en el mundo de la prensa. Tenía la función de secretario de la redacción junto al fundador y director de la revista, Antonio Fontán, que era, en todos los terrenos, un verdadero maestro. Me ocupaba de la revisión de los textos, de las relaciones con la imprenta, de la corrección de galeradas...

En sus comienzos Nuestro Tiempo estaba instalado en la Ciudad Universitaria de Madrid, en los mismos locales que el semanario La Actualidad Española, también dirigido por Antonio Fontán, donde disponía de un cuarto. En aquella época trabajaban allí con funciones diversas Jesús María ZuloagaÁngel BenitoJosé Luis Martínez AlbertosJosé Luis Quintanilla y Gonzalo Redondo. Esta etapa duró para mí hasta octubre de 1957, cuando me fui a París para dirigir una residencia de estudiantes que era el primer centro del Opus Dei en Francia.

En Nuestro Tiempo aprendí el oficio de periodista, primero como corresponsal cultural en París, luego como corresponsal general, de política, economía, etcétera. En los primeros años en Francia, mi trabajo en la revista se transformó para mí en la llave para entrar en el mundo cultural de la capital francesa. Entonces escribí sobre teatro, cine, libros, cuestiones políticas... Tuve ocasión de seguir los grandes momentos del teatro moderno, a autores como BeckettAnouilh y Ionesco. Recuerdo, por ejemplo, que acompañé a Feliciano Fidalgo, antes de que fuera corresponsal de El País, a entrevistar a Beckett y Ionesco.

1959 es la fecha de mi primer Festival de Cannes, al que he acudido sin interrupción durante cincuenta y cinco años y del que una simple evocación de recuerdos sería interminable. Es interesante resaltar que, aunque mi trabajo periodístico se extendió a otros medios (Nuevo Diario, Europa Press, Radio Nacional de España), nunca abandoné mi crónica de Cannes para Nuestro Tiempo, incluso durante los años que fui encargado de la rúbrica de cine en el semanario francés Famille Chrétienne.

Puede decirse, pues, que Nuestro Tiempo es el medio informativo que ha acompañado enteramente mi vida profesional.

Jorge Collar, crítico de cine, colaborador en los 700 números de la revista