Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

¿Qué es el fracking?


La fracturación hidráulica es una técnica para la extracción del gas de esquisto (shale gas) y petróleo infiltrado en las rocas, y no en bolsas en distintas capas.

Estos hidrocarburos se sitúan entre novecientos y siete mil metros de profundidad. Mediante unos conductos, se inyecta agua a alta presión, mezclada con arena y productos químicos. Cuando el líquido impacta contra la roca, la rompe, liberando el gas y el petróleo de su interior, que sale a la superficie y se almacena. Este proceso se ha extendido por Estados Unidos en la última década, y ha logrado que la producción de petróleo casi se duplique en los últimos cinco años, con lo que ha generado un enorme boom económico en las regiones petroleras. De hecho, si se omitiera la proliferación del fracking en Texas, el conjunto del país. no habría creado ni un solo puesto de trabajo en los últimos años.

Esta técnica entraña dos riesgos. En primer lugar, podría ocasionar pequeños seísmos. En segundo lugar, los residuos se pueden acabar infiltrando en la tierra y contaminar los acuíferos, por lo que en buena parte de los territorios se exige la máxima protección: tres tubos concéntricos de acero, con capas de cemento entre uno y otro para evitar cualquier escape. Con todo, los accidentes en aquellos estados de EE. UU. donde la regulación es menor han dado fuerza a los ecologistas para rechazar la introducción del fracking en Europa. Pese a la oposición social, el debate político sigue otros cauces, y la Comisión Europea llegó a plantearse esta alternativa para reducir la dependencia del gas ruso.

El otro inconveniente de esta extracción es que resulta más cara que la media, pero los productores están ajustando costes a una velocidad de vértigo. Es cierto que muchos de ellos han quebrado, pero otros han rebajado los precios hasta cuarenta dólares por barril para asegurarse que son los proveedores de la industria local. Por eso, el barril de petróleo Texas, de referencia en EE. UU., ha tenido una presión a la baja que no existe para el Brent, la medida común en Europa. Si ambos se situaban al mismo nivel en enero, ahora el petróleo es diez dólares más barato en Estados Unidos.