
Andrés Barba
Anagrama, 2025
176 páginas
18,90 euros
Un miércoles, mi hermano apareció en casa con un conejo de color blanco. Tamaño estándar, textura mullida. Sin contar con el consentimiento de mis padres, el conejo vivió con nosotros durante varias semanas. Pero cuando mis padres no pudieron más, lo llevamos al campo y lo dejamos «libre». La nueva novela de Andrés Barba también va de conejos, aunque su historia es más enrevesada. Ha llegado un conejo que manda mucho. Ahora están poniéndose nombres. Madre mía, no paran de copular… y, claro, ahora las conejas están pariendo. Los conejos se han hecho amigos de los topos. No, no, los topos son los malos. Se están cargando a todos los topos. ¿Acabarán con todos los conejos?
Explicada para los lectores, Auge y caída del conejo Bam transcurre en la Gran Madriguera, una comunidad donde los roedores viven en un orden apacible hasta que aparece Bam, un recién llegado que sabe dirigir el cotarro. Desde ahí, Barba despliega una fábula que es al mismo tiempo parábola política y experimento literario, al más puro estilo orwelliano, sobre cómo se construye —y se derrumba— una verdad colectiva: nos reconocemos en su miedo, en su necesidad de pertenecer, en su forma de convertir el rumor en verdad y el liderazgo en fe ciega. Lo que pasa en la madriguera no queda bajo tierra. Es un espejo, y no uno amable.
Barba nos ofrece una ficción política, desde el nacimiento de las instituciones hasta el totalitarismo decadente. A su vez, es una advertencia. Después de leerla, y no es sencilla (tiene partes un tanto perturbadoras que pueden herir algunas sensibilidades), una piensa en si de verdad los conejos del campo son libres. Y, sobre todo, los mira de una manera distinta.




