
Dirección: Alejandro Amenábar
Guion: Alejandro Amenábar, Alejandro Hernández
España, 2025
Para los incondicionales de Amenábar.
Alejandro Amenábar vuelve a fijarse en la literatura española. Después de recrear la vida de Unamuno en Mientras dure la guerra, el cineasta mira ahora a Cervantes en El cautivo. La película, que se centra en los años que el escritor estuvo preso en Argel, deslumbra en la producción y cuenta con un reparto muy solvente, pero el guion presenta lagunas considerables. Las tentativas de fuga carecen de ritmo y la reiteración de escenas narrativas —en las que Cervantes entretiene a los presos— resta fuerza al conjunto.
Amenábar pone especial peso en la trama de la relación homoerótica entre Cervantes y su captor, una decisión que él mismo justifica por afinidad personal. El problema no es que ficcione, sino que el director moldea al autor a su imagen, despojándolo del contexto cultural y espiritual del Siglo de Oro. Apenas asoman las grandes claves de la literatura cervantina —honra, perdón, destino eterno— y la visión de la fe se reduce a caricatura de fanatismo. Queda un Cervantes descafeinado y posmoderno, más vehículo de las obsesiones de su creador que reflejo del escritor universal que inspiró el Quijote.