Ignacio Peyró
Libros del Asteroide, 2025
336 páginas
20,95 euros

Hay dos tipos de biografías que vale la pena leer: una que rebusca en los archivos y encuentra datos desconocidos del biografiado; y otra que se enfrenta a su personaje desde una mirada propia y un estilo singular. La primera es más erudita y académica; la segunda, más fresca y agradable para el lector. El exitoso libro de Ignacio Peyró sobre Julio Iglesias ingresa en este segundo club, el de las biografías placenteras y profundas.

En apariencia, poco uniría al biógrafo con el biografiado. Parecería que la afición por las titis y el champán no casan bien con el irónico degustador de literatura vintage. Sin embargo, hay un hilo escondido que los conecta, a saber, el hecho de que Julio Iglesias representa un país que fue y que ya no está tan a la vista, la España del tardofranquismo y la Transición. «Las estrellas del siglo XXI ya no tienen el brillo de las del siglo XX», escribe Peyró. Con nostalgia secreta, muchísimo humor y un estilo impecable, el libro retrata no solo al astro, sino, indirectamente, al mundo durante las décadas de los setenta y ochenta. Julio se muestra como espejo de quienes lo encumbraron. Es esa sociedad la que interesa: la que cree en cosas como el valor de la familia, la ingenuidad de las letras románticas o la despreocupación por el qué dirán.

El cantante es, además, un protagonista con muchas más aristas de lo que se podría pensar. Es el adolescente que hace sus primeras gamberradas, el muchacho que madura en la enfermedad, el sujeto que persigue el éxito y no se deja devorar por él. Por supuesto, no es ningún santo. Pero una buena biografía quiere comprender, no juzgar. Tal y como se recuerda al final citando una frase ajena sobre cierto político italiano: Julio Iglesias «è stato un uomo». O, lo que es lo mismo: su vida es la de cualquier hombre. Nada más y nada menos.