Meghan Sullivan y Paul Blaschko
EUNSA, 2025
248 páginas
17,90 euros
La historia del pensamiento humano se ha desarrollado siempre al hilo de preguntas. Al principio nos planteamos cuestiones sencillas: qué debo comer, qué peligros me acechan, cómo voy a sobrevivir. Cubierto lo básico, pasamos a preguntarnos por las causas, los orígenes de las cosas, los porqués del ser, la vida y el amor. Sin embargo, hoy en día parece que hemos retrocedido. Nuestra época se ve afligida por algo que Hartmut Rosa llama «aceleración social», que impide encontrar plenitud en las diferentes esferas de la vida.
El método de la vida buena surge de un curso que imparten los profesores Meghan Sullivan y Paul Blaschko en la Universidad de Notre Dame, que invita a los alumnos a reflexionar sobre las cuestiones que consideran importantes para llevar «una vida buena». El libro incluye testimonios —tanto suyos como de sus alumnos— a los que llaman «apologías». En ellas, narran cómo han encontrado plenitud en ámbitos como el dinero, la ética, el trabajo, las ambiciones, la familia, la espiritualidad y la muerte.
El método que proponen para llevar una vida con sentido consiste en hacernos una batería de preguntas incómodas que exigen candor y compromiso personal. Incluidas en el libro, proporcionan al lector una guía para pensar sobre virtud, moralidad, propósito y fe, teniendo en cuenta la sinceridad que requieren y la biografía de cada individuo.
La metodología de Sullivan y Blaschko combina lo anterior con reflexiones filosóficas para mostrar que la búsqueda de una buena vida depende de las preguntas que nos hacemos, y que eso es tarea de toda la vida. Aunque de manera escueta, valoran algunas tesis de Platón, Aristóteles, Kant y Anscombe, entre otros. De la mano de filósofos que han hilvanado el tejido de la historia del pensamiento occidental, el libro anima al lector a continuar el telar, a intentar llenar el mundo y la propia vida de sentido, como siempre se ha hecho.