Dirección: Clint Eastwood
Guion: Jonathan Abrams
EE. UU., 2024.
El clásico cine de un clásico.
Un joven a punto de ser padre es requerido como jurado popular para juzgar un homicidio. Durante la narración del caso, se da cuenta de una estrecha e inquietante relación con los acontecimientos que tiene que valorar.
Si algo ha marcado la —ya abultada— filmografía de Clint Eastwood es su afición por abordar espinosas cuestiones morales desde una perspectiva humanista pero también algo pesimista. Los conflictos morales de Eastwood son casi irresolubles y la atmósfera de sus historias roza la tragedia.
Así es también en esta ocasión. La película se sigue con gusto —porque siempre se disfruta con unas buenas interpretaciones y un rodaje clásico cuidado—, pero también con cierta desazón. Hay que reconocerle al longevo maestro su capacidad de atrapar al espectador y de llevarle al límite de un conflicto de conciencia.