
Samantha Harvey
Anagrama, 2025
200 páginas
18,90 euros
Samantha Harvey ha escrito una novela singular. Entregados a la hipérbole, podríamos decir incluso que es una antinovela. No tiene, como las canónicas, principio, nudo y desenlace; parece, por el contrario, suspendida en un eterno presente. Los personajes de Orbital, un puñado de astronautas que cumplen una misión en la órbita terrestre baja, no evolucionan; tan sólo piensan, recuerdan, sienten: extrañeza ante la ingravidez de la nave, conmoción ante la inmensidad del cosmos y la milagrosa pequeñez de la tierra, nostalgia de una realidad herida y, sin embargo, hermosa.
La obra de Harvey es, por tanto, inclasificable. Se desliza entre el drama y la lírica, entre la acción y el canto. Quizá su mayor logro, esencialmente poético y filosófico, consista en ubicar al lector ante la gratuidad misteriosa de la existencia. ¿Por qué el ser y no la nada? ¿Resulta la realidad de un azar ciego o, en cambio, de la acción fecunda de un sentido? Orbital es, antes que cualquier otra cosa, una conminación urgente, imperiosa, a la gratitud y al asombro en plena época del tedio.