Marcos Nogales
Rialp, 2025
58 páginas
10 euros
Con el tono esperanzado del primer evangelio, Marcos Nogales nos regala un puñado de escenas cotidianas en verso que, además, le han valido un accésit en el premio Adonáis. El autor busca en la poesía un milagro que lo impulse, como una parábola, hacia el futuro. Entre citas bíblicas —promesas, expectativas, dudas y explicaciones—, Nogales traza un poemario bien enlazado y fácil de leer.
El libro baila entre los poemas rápidos, inquietos, del tránsito cotidiano, y los momentos más lentos y distendidos de la contemplación. En los aspectos positivos, destacan las piezas en tono existencial, apasionado, que denotan una mirada joven, asombrada, que busca respuestas. En las repeticiones temáticas —la vajilla y las fotos, los abuelos y la infancia, las parábolas y las promesas— se observa la voluntad de dar un salto de fe, pero también de esperanza y caridad («Si se acaba el amor —ojalá nunca— /sobrevivirá en estas lecturas»).
Pero el poeta tampoco renuncia a los sinsabores de la existencia. Algunos poemas, como «Volver», tienen un resabio crítico, desengañado, con el mundo del capital, la competencia y los mercados, la vida líquida de los trabajos precarios. Hay, por ejemplo, una pregunta velada, como la de Job, por el sufrimiento («Cómo sobrevivir a tantas cruces / si Dios solo se enfrentó a una»).
Entre poemas de ingenio («Los libros gemelos»), de ironía contenida («El poemita») y de tragedia («Acotaciones»), el autor muestra la inquietud del amor, que avanza con los proverbios evangélicos como hoja de ruta. Con más riesgos formales que no siempre cuajan indaga el autor en nuevas formas de expresión, de ironía recargada («Hahaha»), que arriesga sin perder pie. El libro maneja registros melancólicos («Discusión de pareja»), a los que siguen, en otras ocasiones, cantos apasionados por la belleza de unas líneas que calan hondo: «Mateo siete, del siete al doce / y un puñado de promesas / que resisten al embate del tiempo». Salto de fe es una lectura breve pero inspirada.
