Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

Investigar para no olvidar

Texto Patricia Sáinz de Robredo [Com 08], periodista

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS-WHO), más de mil millones de personas sufren «enfermedades tropicales desatendidas», también conocidas como «enfermedades olvidadas». Afectan principalmente a países en desarrollo, y apenas un reducido porcentaje de especialistas investiga para curarlas. Entre la instituciones españolas que lo hacen se encuentra el Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra (ISTUN), donde medio centenar de profesionales biosanitarios (médicos, farmacéuticos, biólogos, bioquímicos...) investigan para encontrar una cura. 


Andrés Vacas [Bio 11] nació en Ecuador. Tras cursar Biología gracias a una Beca Alumni y realizar el máster de Investigación Biomédica, Andrés decidió investigar en una dolencia concreta: la leishmaniasis. «Es una enfermedad que tiene en riesgo de infección a trescientos millones de personas en el planeta y ya existen doce millones de enfermos. Su consecuencia más grave es que sumerge a las regiones que la padecen en un ciclo que no les permite mejorar: es una enfermedad que impide el desarrollo económico de las zonas afectadas, al condicionar a sus habitantes en el desempeño de tareas», explica. Pero ¿por qué profundizar en una dolencia que pocas veces aparece en los medios de comunicación? «El Instituto de Salud Tropical de la Universidad (ISTUN) tenía un proyecto sobre Biología Molecular que me pareció que ofrecía un gran futuro profesional y, sobre todo, porque me animaba pensar que estudiando esta enfermedad podría aportar mi granito de arena. Creo que cada paso que demos permitirá mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan», añade Andrés.

«Además, cuando decidí investigar sobre esta enfermedad me di cuenta de que ni yo mismo conocía la gravedad que este problema supone para Ecuador y América Latina. Hasta esa fecha no me había planteado que incluso las figuras de cerámica de arte precolombino muestran desfiguraciones que retratan esta dolencia. Podría decirse que al ser una enfermedad “desatendida”, incluso en las regiones donde es endémica, como mi tierra natal, no somos conscientes de las dimensiones del problema». 

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