Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Construcción y mano de obra


El anuncio de que Qatar acogerá el Mundial de Fútbol en 2022 presenta una oportunidad a largo plazo para inversores y multinacionales del sector. Se estima que Qatar invertirá alrededor de 70.000 millones de dólares en la construcción de hoteles, oferta de ocio, turismo, instalaciones deportivas, transporte y proyectos de infraestructura necesarios para acoger el Mundial. Entre esos inversores y empresas constructoras se encuentran muchos españoles que, forzados a buscar otra burbuja, encuentran en Qatar su próximo destino.
Apenas el 20% de la población del minúsculo Qatar es qatarí. Son, de nacimiento, una minoría muy afortunada. Desde el origen de su historia, y por ley, el 100% de las empresas que quieran operar en el país tendrán que ser sponsorizadas y copropietarias de un qatarí, únicamente ellos trabajarán en el gobierno y solo qatarís defenderán por tierra, mar y aire a su país y a su familia real. Esos privilegios les han convertido una clase alta, selecta, y muchas veces envidiada por el resto de los mortales en Qatar.
Ricos también por naturaleza, no necesitan trabajar para comer. Todo qatarí recibe del gobierno, gratuitamente y para toda la vida, un terreno donde construir una casa, agua, luz, petróleo, educación y una pensión vitalicia. El salario que un qatarí recibe del gobierno se fija por decreto, y actualmente se sitúa entorno a unos 25.000 euros mensuales.
El 80% restante lo componen en su mayoría aquellos que vinieron con muchas ilusiones de países como India, Pakistán, Bangladesh, Filipinas y otros países árabes sobre todo del Líbano, Siria y Jordania. La mano de obra de estos países resulta tan barata, que el visitante occidental entiende con facilidad por qué de la “nada” se ha pasado al “todo” en tan poco tiempo. El salario medio de un inmigrante no llega a los 300 euros.
En el “ni tanto, ni tan poco” se sitúan los occidentales. Americanos y europeos tienen un nivel de vida que duplica al de sus países de origen.