Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Cordero, pollo, arroz y muchos dátiles


La influencia del 80% de población inmigrante hace difícil que un turista llegue a saborear la comida tradicional qatarí, casi imposible de encontrar en los restaurantes. La gastronomía libanesa, india, iraní, tailandesa, filipina pero, sobre todo, la turca predomina en casi todas las mesas en las que, por cierto, se come con las manos. Es una herencia de los antepasados nómadas que vivían en el desierto. Saben utilizar cubiertos, aunque solo lo hacen en ocasiones especiales, cuando comen fuera de casa o hay invitados. 

La gastronomía qatarí se basa en la carne de cordero, el pollo asado, el pescado frito, todo tipo de ensaladas y el arroz como alimento base. Las comidas se acompañan con té o zumos, por ser un país profundamente islámico, el alcohol no está permitido, excepto en pocos y selectos hoteles. La bebida más extendida es el laban, una especie de yogur líquido elaborado con leche de oveja y vaca, y a veces también de cabra. 

Se dice que Qatar es el país en el que se consume más té y azúcar por persona en el mundo, y, de entre todos los países árabes, donde comen más frutas y vegetales. De hecho, en todas las mesas siempre hay dátiles, un fruto presente en todas las comidas, especialmente durante el Ramadán. Su elevada cantidad de azúcar ayuda a llevar mejor el tiempo de ayuno. Qatar importa la mayoría de los alimentos, pero tienen gran cantidad de pescado: el hamour es el pez estrella. Normalmente lo cocinan al grill, sin salsa ni guarnición, acompañado de arroz.