Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

A las carreras de camellos


El deporte ha sido uno de los pilares en los que Qatar se ha apoyado para saltar al panorama internacional. En 2022 se celebrará allí el Mundial del Fútbol y la maquinaria ha empezado ya a funcionar. A los qatarís les encanta el fútbol, sobre todo el español... ¡aquí todo el mundo es del Madrid o del Barça! Hay que reconocer que, aunque les gusta mucho, no son especialmente buenos, pero gracias a los medios de los que disponen, han podido traer jugadores y entrenadores de gran calidad. Los otros dos grandes eventos deportivos, que se celebran anualmente, son el Open de Tenis de Doha y el Campeonato de Motociclismo, que tiene lugar en el impresionante Qatar Lusail Circuit.
Sin embargo, el deporte genuinamente qatarí son las carreras de camellos. Durante todo el año niños jinetes provenientes de Pakistán, Sri Lanka o Blangadesh entrenan a los camellos para la Emir Camel Race, que se celebra durante el mes de abril. Lo cierto es que a los niños se les utiliza porque son pequeños y delgados, y aportan muy poco peso al camello, que una vez que conoce el recorrido, gana en posibilidades de vencer la carrera.
Es todo un espectáculo, de entrada libre, al que solo asisten hombres. Lo más curioso es que la competición no se disfruta desde las gradas: una pista paralela al recorrido de los camellos se llena de vehículos de alta gama, la mayoría todoterreno, que conducen a toda velocidad, siguiendo a los animales. La polvareda que se levanta apenas permite seguir la carrera, pero el subidón de adrenalina no desmerece. Eso sí, es obligatorio madrugar, porque las carreras empiezan a las 5 de la mañana y terminan a las 9, cuando los termómetros superan los 35 grados.