Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Muy personal


Biografía
Nacida en Pamplona el 23 de marzo de 1975, Mª Paz Benito Osés se licenció en Derecho en la Universidad de Navarra en 1997. En 1999 superó las oposiciones a juez y ha ejercido en Tafalla y Pamplona. El pasado junio fue elegida jueza decana de Pamplona, en sustitución de Joaquín Galve Sauras, que ocupaba el cargo desde 1998. Desde 2003 es la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona. Ha sido profesora de Derecho Penal en la Universidad de Navarra y también ha dado clases en la Escuela de Seguridad de Beriáin. Está casada y es madre de dos hijos.

Un dibujo “para Mari Paz”
Entre la decoración que alegra el despacho de Mª Paz Benito en la tercera planta del Palacio de Justicia destaca un dibujo de trazos infantiles: representa a un león y está pintado sobre un papel arrugado que cuelga de la pared sin marco alguno. La ilustración va acompañada de una leyenda escrita con una caligrafía torpe y desigual: “Para Mari Paz”. La nueva jueza decana de Pamplona cuenta que se lo regaló un niño de seis años que había sido víctima de unos abusos sexuales “horrorosos”. La primera vez fue conducido al juzgado junto a su hermano, de cuatro años, que había padecido el mismo delito. “Es muy difícil que un niño te cuente lo que le ha ocurrido”, explica. En aquel caso, con ayuda de la psicóloga, el pequeño se abrió y fue posible encauzar mínimamente su porvenir. Cuando un tiempo después volvió al juzgado, le regaló el dibujo a la juez. “Que hiciera aquel dibujo venía a significar que había encontrado aquí la confianza necesaria –cuenta Mª Paz Benito–. De algún modo, era la prueba de que podíamos estar tranquilos, porque él también lo estaba”.

Un consejo y una película
Prudente y medida en todas sus respuestas, el consejo que Mª Paz Benito daría a los jóvenes que se incorporan a la profesión es que no pierdan los ideales que les han llevado a vestirse una toga, que no se olviden de la responsabilidad que eso implica. Aficionada a la literatura, le resulta difícil recomendar un libro a un acusado. En cambio, sí tiene claro qué película le aconsejaría: Vencedores y vencidos. La dirigió Stanley Kramer en 1961 y recoge uno de los juicios que se llevaron a cabo en Nuremberg contra distintos responsables del III Reich. Fue el último gran papel de Spencer Tracy, que murió poco después. Él encarnó al juez Dan Haywood.