Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Tradición hasta en el vestir


Qatar goza de libertad casi total de prensa y de expresión, algo inusual en los países árabes, y será muy seguramente el primer país del Golfo en regirse por un sistema democrático y lograr la igualdad de la mujer en la sociedad. De hecho, las qatarís ocupan puestos de responsabilidad, conducen, no están obligadas a cubrirse, tienen sus propios recursos, y, en general, hacen lo que quieren. Todo eso, sin embargo, no ha provocado la desaparición de la forma de vestir tradicional. Casi todos los hombres siguen luciendo la impoluta túnica blanca, o thobe, que llega hasta los tobillos, y vistiendo con mucha elegancia y arte la ghutra en sus cabezas. Ellas se tapan con su abaya, túnica negra, y un velo que les cubre el cabello. En contra de lo que podría parecer, la abaya no oculta ropa sencilla o vulgar; cualquier chica cubierta puede llevar debajo un impecable traje de chaqueta de Chanel o un vestido de Dior. Solo lo lucirá cuando llegue a casa... o cuando salga de viaje a Europa.
Cualquier marca de lujo tiene cabida en el mercado qatarí, es más, aquí se encuentran firmas que quizá solo se venden en París o Nueva York, y lo mismo ocurre con los productos de cosmética, imprescindibles para las mujeres qatarís, que presumen de ir siempre impecables.