El canadiense Denis Villeneuve (La llegada) advirtió de que la segunda parte de Dune gustaría más que la primera. Y así es. La trilogía de ciencia ficción que parte de la novela homónima de Frank Herbert se centra en la historia del joven Paul Atreides y su objetivo de salvar el futuro de la humanidad en medio de una galaxia decadente. Alrededor de su viaje se construyen toda una serie de subtramas de relación y se habla de ecología, religión y ética.
El resultado era una cinta muy densa. Era… y es. Porque este segundo capítulo también es una película lenta y densa, la diferencia es que conocemos más a los personajes y sus conflictos, y esta familiaridad ayuda a que la narrativa fluya más fácilmente. Por otra parte, la producción conserva la espectacularidad visual del primer episodio. Dune: parte dos es una cinta para ver en pantalla grande, lo más grande posible. Es ciencia ficción caviar… pero se entiende que haya espectadores que no terminen de entrar en ese universo. Espectadores y críticos. Yo misma.