Maggie O’Farrell
Libros del Asteroide, 2024
344 páginas | 22,95 euros
Stella y Jake son dos prófugos existenciales. Una desde Inglaterra, el otro desde Hong Kong, ambos huyen a impulsos de pasados y presentes en un intento errático por encontrar su lugar en el mundo. No es una carrera en la que no miren atrás: las vivencias de la infancia, su genealogía… todo eso les acompaña, aunque a veces solo lo observen por el rabillo del ojo. Maggie O’Farrell desovilla sus dos trayectorias en la primera mitad del libro hasta que las hace colisionar donde menos se lo esperaban: Stella se ha escapado de Londres tras un encontronazo con un mal recuerdo, Jake ha emprendido un viaje en búsqueda de su desconocido padre.
Pero La distancia que nos separa no es solo una historia de chico-conoce-a-chica. La autora compone un tapiz en el que el relato de la vida de los protagonistas se entreteje de manera inevitable con las vidas de sus progenitores y de sus abuelos. Los vínculos familiares pueden ser una red de seguridad y alas para volar lejos, pero en ocasiones son cuerdas que constriñen (o una mezcla, como se puede ver en la difícilmente clasificable relación de Stella con su excéntrica hermana, Nina). Que la ausencia de alguno de esos hilos también deja una impronta se plasma en el anhelo del protagonista por una figura paterna que le ayude a entender la propia existencia y su sentido.
La distancia que nos separa, aunque traducida al español ahora, se publicó por primera vez en 2004. Sin llegar aún a la altura literaria de sus títulos posteriores (Hamnet, Retrato de casada, Tiene que ser aquí), la O’Farrell de hace dos décadas construye una historia que sumerge al lector en un torbellino con sus narraciones paralelas y sus saltos temporales, le envuelve con unas descripciones que apelan a los sentidos y le engancha con sus pequeñas dosis de suspense. A veces, la distancia más larga entre dos personas son los secretos, las omisiones conscientes. Es difícil amar y dejarse amar sin un compromiso que acoja la vulnerabilidad sin reparos.