María Calvo
Rialp, 2024
224 páginas | 15 euros
Hay otra manera de vivir la maternidad: esa en la que el hijo llega como fruto del amor de sus padres, en la que la sociedad se involucra (desde las condiciones laborales y las medidas políticas hasta los amigos y vecinos que ofrecen su ayuda), esa que se vive de forma serena, sin dejarse «devorar» por la faceta de madre, en la que el padre de la criatura no es el enemigo sino el compañero de viaje y no desciende puestos tras el parto.
Este cambio de mirada va acompañado del entender que, por una parte, los hijos no vienen para llenar «vacíos existenciales, sino para volar libres sin tener un fin prefijado por sus progenitores»; y, por otra, que los niños no son algo a evitar a toda costa, y que se cae en un error al interpretar «cualquier tipo de dependencia en términos de sumisión».
En Orgullo de madre, María Calvo señala con tono crítico y duro las ideologías y los planteamientos que minan las bases de qué significa la maternidad y que dificultan vivirla con todo su potencial y su belleza. Denuncia que muchas veces el hijo se convierte en «un producto de consumo emocional» y la maternidad deja así de entenderse como «hospitalidad sin propiedad».
A esto se une, paradójicamente, un desprecio de la vida familiar, como si fuera una tarea menor, y, desde esta perspectiva, la organización del trabajo se desarrolla «como si las mujeres no fueran madres y como si los trabajadores no tuvieran obligaciones familiares». Las dinámicas laborales, sociales y políticas que empujan a retrasar la maternidad suponen, para la autora, «agresión y violencia simbólica contra la mujer y atentan contra su dignidad y la de su descendencia».
Calvo se apoya a lo largo del libro en textos de expertos como los psiquiatras Massimo Recalcati y Mariolina Ceriotti, los intelectuales Gregorio Luri y Fabrice Hadjadj y la feminista Betty Friedan. Con ellos defiende de manera enérgica la necesidad de construir una sociedad «orgullosa de sus madres».