Ignacio Peyró
Fórcola, 2014
1033 páginas
49,50 euros
Hoy en día, cuando menudean las guías de viaje en internet con informaciones enlatadas, es de agradecer que se escriban libros tan sabios, apasionados y divertidos como este. Frente a la vulgaridad del vademécum al alcance de un clic, Peyró (1980) ha escrito una asombrosa miscelánea sobre la cultura inglesa en su sentido más amplio y exquisito. Se abre el volumen por cualquier lado y uno se tropieza con una divertida reseña sobre las hermanas Mitford, el parlamentarismo, o la marca de cigarrillos Dunhill. Por supuesto, se puede leer también de forma más ordenada. Algunas secuencias son especialmente brillantes, como la que lleva de Lord Chesterfield a Agatha Christie pasando por Chesterton.
La información de este diccionario tan personal supera con mucho cualquier reseña de internet. Hay demasiado humor políticamente incorrecto. Nos enteramos, por ejemplo, de que Churchill se llevó cuarenta botellas de vino, dieciocho de whisky y doce de lima Rose’s cuando siendo un joven reportero fue a cubrir la guerra de los boers. O sea, que «siempre fue un hombre de gustos sencillos: se conformaba con lo mejor.
Este es un libro personal. Basta repasar la lista de voces para darse cuenta de qué Inglaterra hablamos: Barbour, cabinas telefónicas, Rolls Royce, David Niven, Robin Hood, Oxford, Hitchcock, sándwiches de pepino… Esta casi infinita erudición no impide a su autor dejar de lado su costado hispano. De ahí que figuren otras voces dedicadas a Gibraltar, a Blanco White, a Moratín o al Don Quijote, ese libro más apreciado en Inglaterra que en España. ¿Quién sabía que la primera biografía sobre Cervantes escrita por un español fue encargada por un mecenas inglés? A lo mejor nadie se llevará hasta Londres el millar de páginas de Pompa y circunstancia, pero es que esto no es una guía de viaje, sino mucho más. Su lectura acompañará toda la vida a cualquier persona interesada en la cultura de un país fascinante.