Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

Del material de los sueños

Texto y fotografía Álvar Carretero de la Fuente

Álvar Carretero de la Fuente [Com 12] ha pisado la alfombra roja de los Óscar por tercera vez, pero su escenario de trabajo es el backstage como publicista de la Agencia JJPR en Los Ángeles.


Los Ángeles [California]. Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, 7.30 pm, 29 de febrero de 2016. De vuelta a España tras la ceremonia de los Óscar me encontré por sorpresa con nuestros clientes chilenos. Esto fue lo que pasó.

— Por supuesto, Álvar.

— Es que anoche no hubo manera de verlo…

Gabriel Osorio dudó un instante y abrió la bolsa de mano que había comprado especialmente para transportarlo. «No íbamos a meterlo en la bodega», me susurró Pato Escala, el productor, que subía delante de mí. El ruido de la cremallera dio paso al brillo dorado de la silueta más reconocida del mundo. Allí estaba el primer Óscar de la historia con destino a Chile: la estatuilla del director de Historia de un oso, el cortometraje de animación que cautivó a la Academia. 

Desde el Teatro Dolby de Los Ángeles la noche anterior, unos mil millones de personas pudieron escuchar por las pantallas de televisión las emocionadas palabras de agradecimiento de Gabriel, el director, y de Pato Escala.

— ¿Puedo agarrarlo? Será solo un momento.

— Dale.

Sostuve un instante los casi cuatro kilos de peso en oro, frío al tacto, mientras proseguíamos nuestro camino hacia la puerta de embarque.

— No vayas a sacarlo de la bolsa.

— Ni loco.

No hizo falta más. De alguna manera sentí que una parte de aquella estatuilla, hecha con el material con el que se forjan lo sueños, me pertenecía también. Era fruto de desvelos, esfuerzos y muchas horas de trabajo. Nuestra campaña de promoción en la Agencia JJPR empezó hace meses, pero ellos se han ganado al mundo entero pasito a pasito, festival tras festival, con una idea genial inspirada en la dictadura de Augusto Pinochet.

— Adiós, chicos. Nos veremos pronto. 

— Cuídate, publicista. 

Cruzaron el arco de seguridad sin problema. No alcancé a ver la cara del personal de seguridad en los rayos X, que imagino sería de sorpresa. O quizá no tanta. En Los Ángeles, al menos una vez al año, mucha gente sale volando con un Óscar bajo el brazo. 

Una misión: amplificar en silencio el talento

Salí de España a finales de 2013. Tras cursar dos diplomas en la Extensión de UCLA, empecé a hacer prácticas. Llevo un año y medio trabajando en la agencia de marketing audiovisual y relaciones públicas JJPR, del publicista Joshua Jason. Es mi tercera campaña de premios. La primera coincidió con mis días de becario en EGEDA US [entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales], echando una mano al equipo de Esteban Crespo, director español nominado por el cortometraje Aquel no era yo

Nuestro trabajo consiste en convencer a la gente adecuada para que elijan lo mejor entre una selección ya de por sí excelente. A veces una entrevista o un gesto pueden decantar la decisión por una u otra película. Además, también se realiza una campaña de medios, desde los tradicionales Variety y The Hollywood Reporter hasta los más puramente online como Indiewire o Deadline. Nos contratan para eventos promocionales y culturales, screenings temáticos, tanteo del talento a agentes, managers y distribuidoras... En resumen, nuestro objetivo es crear una relación sólida entre el producto y los votantes. Para eso trabajamos en silencio amplificando el talento y las opciones de que nuestros clientes ganen un Óscar.

La agencia es experta en las categorías especiales de los premios más importantes de Hollywood: animación, cine extranjero [o película de habla no inglesa], documentales y las tres categorías de cortometrajes [animación, documental y ficción]. También recibimos encargos de películas de los grandes estudios, pero siempre como parte de equipos amplios.

Este año hemos llevado hasta la nominación a películas como The Martian, de Ridley Scott; Brooklyn, de John Crowley; dos cintas de animación —la brasileña El niño y el mundo y El recuerdo de Marnie, del Studio Ghibli—, y el cortometraje Ave María

Entre los clientes españoles, esta temporada hemos representado a El corredor, de José Luis Montesinos, galardonado con el Goya al mejor cortometraje de ficción. Y también al corto documental Minerita, de los antiguos alumnos Raúl de la Fuente [Com 96] y Amaia Remírez [Com 04], que se hizo un hueco entre las diez mejores producciones de su categoría y fue preseleccionada por la Academia de Hollywood.

Polémicas e injusticias aparte, que este año han abundado por lo de #OscarSoWhite —eso da para otro artículo—, ganar un Óscar sigue siendo un honor a nivel mundial, un sueño que bien gestionado puede cambiar muchas vidas. Por no hablar del impacto económico, desde la recaudación en taquilla al caché de ganadores y nominados.

Formé parte de la última promoción de licenciados de la Facultad de Comunicación antes del Plan Bolonia, que salió al mercado en 2012 en plena crisis. La comunidad de antiguos alumnos de la Facultad en Los Ángeles crece más cada vez, en parte por la magia de Hollywood. De mi promoción he coincidido con Álvaro Hernández y su esposa Male Sierra, con su exitoso canal de Youtube La Cooquette, así como con María de Ascanio, becaria de la Caixa que está cursando el máster de Producción más exigente del mundo, el Peter Stark Producing Program, en la University of Southern California. 

Parte de las ganas de ver más allá y salir de España se las debo sobre todo a la asignatura de Marketing Audiovisual —ahora se llama Film & TV Marketing y se cursa en inglés—, impartida por Guillermo Velasco. Resulta imprescindible para empezar a entender que la distribución, y todas sus patas, es la parte más importante de este gran juego. También guardo un gran recuerdo de los profesores Álex Pardo, Santi Echeverría, Álvaro Bonet, Jorge Latorre, Bienvenido León, Alberto García, María Noguera, Ruth Gutiérrez… y muchos más. 

¿Volver a España? La nostalgia aprieta, claro, pero no me planteo regresar como una opción a corto plazo. De momento hay muchos proyectos. Mi sueño sería tender puentes entre España y Estados Unidos haciendo promoción cinematográfica y cultural entre los dos países. Entretanto, ya hay planes para iniciar una empresa con base en Los Ángeles.