Texto: Lucía Martínez Alcalde [Fia 12 Com 14] Colaboradora: Ana Eva Fraile [Com 99] Fotografía: Manuel Castells [Com 87]
Al principio solo estaban los chopos. Y los falsos plátanos. Tierras de cereales. El río susurrante. Era 1963 cuando se aposentaron secuoyas y coníferas enfrente del Colegio Mayor Belagua. Desde entonces, hasta los más de cuatro mil árboles en 113 hectáreas, se han sucedido lluvias, sequías, heladas y días de sol; personas que han soñado el campus, que lo han cuidado o que, sencillamente, han dejado su huella mientras iban de paso. El campus también pone su sello en quien lo transita y en quien lo habita.