Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Donaciones personales: una preciada fuente de investigación

Texto Redacción NT / Fotografía Archivo Fotográfico de la Universidad

Un archivo personal es el legado de una vida. Y los documentos que lo integran constituyen una valiosa fuente de investigación histórica. En la actualidad, el Archivo General de la Universidad de Navarra custodia 280 fondos personales, fruto de donaciones.


El Archivo General de la Universidad, en sus once años de trayectoria, ha puesto al servicio de la investigación más de once millones y medio de documentos pertenecientes a 280 fondos personales y familiares. Desde 2006, más de seiscientos historiadores han encontrado entre sus cajas información única que les ha permitido profundizar en sus ámbitos de conocimiento. Una misión que el Archivo General no hubiera podido alcanzar sin la donación generosa de quienes han puesto sus fondos a disposición de la ciencia.

«Ciertamente, un archivo personal es el legado de una vida, pues una persona lo va produciendo y acumulando de manera natural a lo largo de los años», describe su directora, Yolanda Cagigas. Pero su valor va más allá: los documentos de archivo son una de las fuentes a partir de las cuales se construye la memoria colectiva y muestran el reflejo de una época.

La heterogénea documentación de los fondos —cartas, certificados, notas, escrituras, testamentos, fotografías, planos, memorias, diarios, etcétera— representa un testimonio fiel de las actividades desarrolladas durante ese tiempo, «por lo que constituyen una de las fuentes más valoradas para la investigación histórica, por su fiabilidad e imparcialidad».

Todos los protagonistas tienen algo en común: haber ejercido un papel destacado en cualquier ámbito de la vida profesional o pública, en cualquier etapa de la historia. Políticos de todas las tendencias, ministros y directores generales, empresarios, profesores universitarios, científicos, escritores, arquitectos, periodistas, abogados, embajadores y diplomáticos, obispos, miembros de asociaciones nacionales o internacionales, intelectuales, militares, gobernadores civiles, editores, además de un considerable número de archivos de familias de la nobleza española, completan la lista de personalidades del Archivo.

«Si actualmente la Universidad de Navarra cuenta con un patrimonio documental de gran riqueza, tanto por su número como por su variedad temática, es gracias a la ingente tarea que en su día emprendió el profesor Gonzalo Redondo», recuerda Yolanda Cagigas. Concretamente, la andadura del Archivo General comenzó en 2006 con 142 fondos personales herencia del Grupo de Investigación de Historia Reciente, que don Gonzalo dirigía.

La vida de los legajos 

Cuando el Archivo General recibe una nueva donación, los legajos se analizan de manera rigurosa y se organizan en cajas, que contienen un promedio de mil documentos.

Posteriormente, se elabora un inventario, donde el investigador puede comprobar si figura información de su interés. «Por desgracia, de los 280 archivos, solo se dispone el inventario de setenta y tres. Esto se debe al crecimiento constante de archivos, y a su volumen», señala su responsable. Desde 2010, por ejemplo, el número de fondos del Archivo General se ha incrementado un 31 por ciento.

Para poder acelerar el ritmo de trabajo, se intenta obtener financiación externa, además de las subvenciones anuales de la Subdirección General de los Archivos Estatales. Así, la Fundación Marqués de Guadalcanal apoyó la clasificación del archivo Antonio Fontán —primer marqués de Guadalcanal—, y la Fundación Cárdenas Rosales hizo lo mismo con el archivo de sus ascendientes. Por otro lado, algunas instituciones o familias promueven becas de investigación sobre fondos concretos. El caso más reciente es el de la Fundación Navarro Rubio.

El legado de una vida alienta el presente y el futuro de la investigación que se fragua en los campus. Desde sus inicios, noventa y nueve universidades y diecisiete centros, como el Museo del Prado, han consultado el patrimonio custodiado en el Archivo General.