Disparos al aire
Pasen al circo

Verán ustedes una mujer barbuda, un hombre forzudo, un mago asombroso, un payaso triste, un elefante en bicicleta. El circo de las maravillas ha llegado a la ciudad y nadie quiere perderse la función. Un espectáculo fascinante, divertido, morboso, deprimente, que les hará reír y llorar, y dudar, y enfadarse, y vuelta a empezar. Miren con atención, no se lo pierdan. Si se han quedado sin sitio, si no pudieron pagar la entrada, todavía atisbarán algo entre dos tablas mal unidas. Lo importante es tener de qué hablar más tarde, en casa, en el bar, en la oficina. Olvídense por un rato de sus problemas reales, de la inflación, de la guerra, de esas terribles fotos de muertos. No piensen ahora en las tasas de desempleo o en la soledad de los mayores. Hoy es día de circo. Bienvenidos a la rabiosa actualidad (que caducó ayer) de las redes sociales.
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FOTO: Circo (1952) © Francesc Català Roca. Arxiu Històric del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya, 2022. Pieza perteneciente a la colección Museo Universidad de Navarra