La primera
Sin atajos
El enemigo invisible que al principio no tomamos en serio llegó y confinó en sus casas a unos 3.000 millones de personas. Ámbitos tan fundamentales como el mundo laboral, el sistema educativo, los eventos culturales y las relaciones interpersonales se están redefiniendo con nuevos criterios. Muchos planes de acción de las organizaciones que se están reinventando incluyen en sus primeros párrafos el concepto del momento: la incertidumbre. Tiene lógica, por tanto, que se haya recordado una cita del escritor Mario Benedetti (1920-2009): «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, nos cambiaron todas las preguntas”.
En estas páginas hemos buscado alternativas a la saturación informativa. No sin razón, hay quien ha hablado de infodemia. Por eso, más allá de datos y estadísticas, hemos buscado rostros e historias que forman un collage de humanidad. Junto a la pérdida de personas queridas, destaca el valor de profesionales y familiares que han puesto de manifiesto una entrega generosa, convirtiéndose sin querer en auténticos héroes de estos meses. Asimismo, cinco expertos en comunicación, microbiología, derecho, economía y psicología analizan lo ocurrido desde su perspectiva. Y un fotorreportaje de Susana Girón ilustra esos artículos además de relatar una historia con la mirada puesta en personas mayores del ámbito rural.
Por otra parte, continuamos con la sección Los de la maleta —en alusión a la que trajo el primer rector, don Ismael Sánchez Bella, cuando llegó a Pamplona—. Pretende mostrar el inicio y desarrollo de las distintas facultades a través de algunos de sus protagonistas. Este ejemplar incluye dos entrevistas a los profesores Ignacio Araujo, primer director de la Escuela de Arquitectura, y Pilar Sesma, decana de la Facultad de Ciencias durante quince años y primera antigua alumna de la Universidad en obtener una cátedra. Parte del denominador común de esos pioneros reside en la constancia, el entusiasmo y la fe con que trabajaron.
En otro ámbito, son características que se observan en la trayectoria de Carlos Pauner, alpinista aragonés que ha coronado los catorce ochomiles del mundo. También resulta reveladora la actitud de la judoca paralímpica Marta Arce, que cuenta cómo descubrió que caerse forma parte del camino y que esa lección es más valiosa que cualquier medalla.
Desde distintos puntos de vista, estos y otros protagonistas coinciden en que cuando uno está inmerso en un proyecto que realmente vale la pena, no hay atajos. Es más, conviene que sea así porque uno valora y disfruta tanto llegar a su meta como el itinerario que le lleva a su objetivo.