Dirección: Dea Kulumbegashvili Guion: Kulumbegashvili, Rati Oneli Para los que les gusta el cine festivalero.
Una mujer madura trata de superar la insatisfacción que le produce una vida que considera monótona junto a su marido y su hijo en una aldea tranquila. El ataque de un grupo extremista desequilibrará la aparente calma.
Esta película georgiana fue la ganadora del último Festival de San Sebastián (2020) entre el enfado de una parte considerable de la crítica que no terminó de entender el galardón a una cinta que trabaja muy bien la atmósfera narrativa pero que carece precisamente de argumento.
El arranque presagia un conflicto psicológico que, aunque muchas veces explorado en la ficción, no por eso deja de ser interesante. El problema es que ese conflicto nunca llega a desarrollarse y la película se limita a dejar al espectador con todo tipo de preguntas mientras contempla planos infinitos del rostro apenas expresivo de la protagonista. Al final, la insatisfacción y el silencio de esta mujer madura se trasladan a quien mira… Una manera algo extraña de entender la catarsis.