Guion: Evan Spiliotopoulos, Michael Petroni | Dirección: Julius Avery | EE. UU., 2023. No apto para cardiacos.
Gabriele Amorth (1925-2016) fue exorcista en el Vaticano durante casi treinta años. Convencido del poder de la comunicación en la labor evangelizadora de la Iglesia, escribió más de una decena de libros y participó en numerosos programas de televisión donde se puede comprobar su dilatada experiencia, su profunda fe y piedad y su carácter cordial. Con otras palabras: fue todo un personaje.
Y es ese personaje el que encarna Russell Crowe en una película de terror para adultos bastante convencional —y marrullera en su guion, que no tiene empacho en inventarse una leyenda sobre la Inquisición española— pero que posee el gran valor de acercarnos a la figura del padre Amorth.
En ese sentido, la cinta es fiel a la personalidad, a las creencias del sacerdote y a su manera de vivir el complejo ministerio del exorcismo. Un ministerio que el padre Amorth siempre entendió como servicio a Dios y a los demás y no como espectáculo.