Una película que surge de donde lo hace una gran parte de la cultura actual: de YouTube. Giacomo Mazzariol subió un corto en el que recreaba una entrevista de trabajo a su hermano pequeño Giovanni, que tiene síndrome de Down.
El vídeo se viralizó rápido y Giacomo, con sus 19 años, decidió contar su vida en una novela: Mi hermano persigue dinosaurios, un entrañable texto en el que narraba su lucha para desterrar la vergüenza que sentía en su adolescencia por tener un hermano con síndrome de Down.
La novela se convirtió primero en best seller y ahora en película. La historia es conmovedora y la visión que transmite sobre la familia, muy enriquecedora. Con unas interpretaciones llenas de espontaneidad y frescura y un guion ameno y profundo a la vez, esta cinta italiana ha arrasado en la taquilla. No me extraña. En el fondo, estamos ansiosos de buenas historias que reflejen el lado luminoso de la vida. Aunque este lado tenga también sus sombras.