Historias de redención
Cinco novelas cortas
Anton Chéjov. Alba, 2009
Chéjov es, sin duda, el gran maestro del relato corto. Su manera de dibujar a sus personajes, cargados de humanidad, de dolor y de frustración, y –misteriosamente– de esperanza, sus giros sorprendentes y reveladores, y esa atmósfera difícil de describir que se respira en todas sus historias hacen de este escritor algo único.
Escribió estas cinco novelas cortas al final de su vida, y en ellas se recogen todas las meditaciones que un hombre de su calado puede plantearse cuando alcanza la madurez de su propia historia. Son cinco historias de frustración: en cada una de ellas el protagonista ha errado su camino en algún momento de su vida, y entiende que debe hacer algo para recuperar el camino y el tiempo perdido. Un viejo profesor universitario y su hija adoptiva, una pareja adúltera, un médico defraudado con su profesión y su amigo loco, un activista político que se enamora de la mujer del que debe ser su víctima, un matrimonio de conveniencia… son las situaciones de las que los protagonistas deben liberarse de alguna manera.
Por eso, estas novelas podrían denominarse historias de redención. Cada protagonista encuentra a alguien que le puede salvar, que le debe tender una mano en el momento fatídico. Así, de forma inesperada y conmovedora, cada protagonista va encontrando una manera de reconducir su vida, de redescubrir a su triste compañero de viaje, de reconciliarse consigo mismo.
Pero que nadie espere un final feliz: en ocasiones el protagonista no termina de dar el último paso, o la historia continúa abierta a los cambios y a los peligros, o la felicidad encontrada se confunde con la resignación… Pero en el trasfondo de todo lo que ocurre, se intuye la actuación de una Providencia esperanzadora, que hace de esos finales ambiguos –pero auténticos– el punto de partida sólido para conseguir salvar esas historias.
Eduardo Terrasa