De la armonía al horror
Tren a Pakistán
Khushwant Singh. Libros del Asteroide, 2011
Publicada en 1956, Tren a Pakistán es una de las obras más conocidas del indio Khushwant Singh (1915), uno de los escritores de mayor reconocimiento internacional. La novela transcurre en 1947, cuando la India, tras su independencia, se dividió en dos países. En Pakistán, al norte, se instalaron los musulmanes. Pero no fue una transición pacífica. Aquellos sucesos desataron el odio religioso en todo el país y fallecieron miles de personas en un estallido incontrolable de violencia que puso fin a siglos de pacífica convivencia entre las diferentes comunidades religiosas. El conflicto, de hecho, llega hasta hoy, con frecuentes enfrentamientos entre los musulmanes, los sijs y los hindúes.
Singh sitúa la acción de su novela en un pequeño pueblo fronterizo, Mano Majra, donde hasta ese momento las diferentes religiones habían convivido en una sana y fraternal armonía. Pero todo cambia de golpe cuando hasta este pueblo perdido, comunicado con la civilización a través de su vía de tren, llegan los aires de fanatismo y terror que se han extendido por todo el país.
En medio de una situación altamente trágica, el autor selecciona a los personajes como metáforas de las diferentes maneras de afrontar los dramáticos sucesos de aquellos momentos: un juez que soporta con resignación su estancia en Mano Majra alejado de su familia, un activista político que mira por encima del hombro a la población de aquellas aldeas y un delincuente que, a pesar de su primitivismo, es quien afronta los hechos con más humanidad.
Lo que se cuenta en la novela, muy bien por cierto, es terrible: la venganza en caliente de musulmanes, hindúes y sijs, unidos a la hora de elegir la violencia como el mejor medio para acabar con el enemigo.
Adolfo Torrecilla