Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Sir Foster, de cerca


Un recuerdo de la infancia: las vacaciones en Blackpool, a la orilla del mar.

Un domingo ideal: en Martha’s Vineyard (Massachusetts, Estados Unidos).

Un país donde vivir: Suiza, España y Estados Unidos, los tres donde vivo.

Un arquitecto imprescindible: Joseph Paxton (1803-1865), el paisajista que se convirtió en arquitecto.

Un personaje histórico: Winston Churchill.

Una obra arquitectónica: el Crystal Palace, diseñado en 1851 por Joseph Paxton.

Una película: El tercer hombre, de Orson Welles.

Un deporte: en invierno, cross country [campo a través] y esquí. El resto del año, ciclismo.

Un estilo musical: el jazz.

Un personaje de ficción: Phileas Fogg, protagonista de La vuelta al mundo en ochenta días, publicada por Julio Verne en 1873, y de la que existen varias adaptaciones cinematográficas. La mejor es la de 1956, año en el que yo empecé mis estudios universitarios. Fogg asume graves peligros, pero termina casándose con la mujer de sus sueños. Sus aventuras alrededor del mundo coinciden con los primeros tiempos de la aviación (los globos aerostáticos), y el nacimiento de los viajes de larga distancia (los ferrocarriles transcontinentales de América y de la India). Se trató de una auténtica época dorada. Por eso me gusta Phileas Fogg.