Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Su lema episcopal: "Servidor de todos"


Administrador apostólico y obispo. El 5 de febrero de 2008, Mario Iceta fue nombrado obispo titular de Álava y auxiliar de Bilbao. Recibió la consagración episcopal en la catedral de Bilbao el 12 de abril de 2008, de manos de Ricardo Blázquez, en presencia de tres mil fieles y una veintena de prelados españoles. El 17 de abril de 2010, tras la marcha de monseñor Blázquez a Valladolid, fue nombrado administrador apostólico de la diócesis de Bilbao. Y el pasado 24 de agosto, la Santa Sede anunció su nombramiento como obispo de la capital vizcaína. La toma de posesión se celebró el 11 de octubre, festividad de la Virgen de Begoña, a la que monseñor Iceta se encomienda todos los días. En la homilía que pronunció entonces, animó a todos los vizcaínos a trabajar juntos y a pedir a Dios que la sociedad vasca sea capaz de derribar “cualquier muro de separación, de odio o violencia” para edificar la paz y una civilización basada en el amor.

La misión del sacerdote. El lema episcopal de monseñor Iceta es simple y contundente: “Servidor de todos”. A su juicio, esa debería ser la principal aspiración de cualquier sacerdote. “La misión del sacerdote es hacer presente a Jesucristo –explica–. Se pone al servicio de todos los hombres, pero lo hace por amor a Jesucristo, que distinguió muy bien las dos opciones posibles: la de ser mundano y servirse de otros, y la de servir a los demás”. Advierte, con todo, que la misión del sacerdote no se puede considerar desde una óptica utilitarista: “La vocación del sacerdote no tiene tanto de ‘para qué’ como de seguimiento a una llamada. Uno percibe que Jesucristo le llama a un estilo de vida concreto, y eso es básicamente lo que trata de hacer: seguirle a Él. Pienso que el Evangelio es muy claro en este aspecto: Jesucristo llamó a sus apóstoles para estar con Él y luego, a continuación, para enviarlos a predicar. En ese orden. Ser cristiano es ser discípulo, estar con Él. Es verdad que eso comporta una misión, pero pienso que uno no se ordena sacerdote para hacer cosas”.

El papel de un obispo. En cuanto al modo de servir de un obispo, Mario Iceta cree que está perfectamente concretado en los tres ministerios de Cristo: “El primero es el de la presidencia, que no tiene que ver con el poder, sino con ayudar a los demás a encontrar a Cristo. El segundo es el de la palabra. Decía San Jerónimo que ‘No conocer la palabra de Dios es no conocer a Cristo’. Por eso es fundamental que el obispo la predique. Ahí se incluyen, por ejemplo, la catequesis y el diálogo con el mundo. Y luego está el ministerio de santificar, que se ejerce sobre todo con la celebración de los sacramentos. Y todo ello, por el servicio de la caridad. La caridad lo engloba todo”.