
Ian McEwan
Anagrama, 2015
216 páginas
17,90 euros
La jueza Fiona Maye está acostumbrada a dictar sentencia sobre casos que afectan a menores. Ian McEwan aprovecha el oficio de su personaje para detenerse en una realidad compleja e interesante que exige un conocimiento preciso y documentado de la ley y de la jurisprudencia, pero también una conciencia muy fina y muy abierta a la conciencia de los demás. Más aún cuando las decisiones de la jueza Maye deben convivir desde las primeras páginas con una crisis familiar en primera persona.
La ley del menor se lee con soltura y obliga a pensar, algo que siempre hay que agradecerle a McEwan. Los habituales del escritor británico descubrirán ecos de Amor perdurable —las singulares relaciones entre los personajes— y Niños en el tiempo —los hijos, su ausencia…— e incluso de Amsterdam —las explicaciones musicales— o de Sábado —el rigor de las cuestiones médicas—.



