Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Trabajo internacional y familia multicultural

Texto: Paula Orihuela

De la Escuela de Ingeniería-Tecnun, Paula Orihuela [Ing Biomédica 14] salió con un título y con amistades y experiencias para toda la vida: el grupo de teatro, el intercambio en Estados Unidos y unas prácticas que le hicieron poner rumbo a Alemania. Allí fue para continuar su formación y ahora es una muniquesa más.


MÚNICH [ALEMANIA]. El interés por continuar formándome en Alemania surgió cuando realizaba unas prácticas y el proyecto fin de grado en el departamento de Bioinformática en el centro de investigación Cima Universidad de Navarra. Allí, mi supervisora, la doctora Arrate Muñoz-Barrutia, me habló muy bien de los programas de posgrado de aquel país. Además, durante mi semestre de estancia en Wayne State University, en Detroit, había conocido a alumnos internacionales residentes en Alemania, que, cuando llegué a Múnich, me recibieron con los brazos abiertos. Entre ellos, Leonardo, el que después sería mi marido. Y así fue como, sabiendo solo unas pocas palabras de alemán —como bier (cerveza) o schmetterling (mariposa)—, aparecí en tierras germanas para estudiar en la Technische Universität München (TUM).

Llegué a finales de septiembre de 2014, en pleno Oktoberfest. Las calles estaban repletas de gente de todo el mundo, vestidas con los trajes típicos de Baviera, brindando con jarras de cerveza de un litro al son de canciones populares. Múnich es una ciudad universitaria, donde la tecnología y la innovación conviven con las tradiciones bávaras como los biergartens, terrazas al aire libre donde se disfruta de la cerveza local y la comida típica: brezen, salchichas con mostaza, codillo o pollo asado con ensalada de patata.


​​Leonardo y Paula animando a Alemania durante el Mundial de 2018.

Siete años después puedo decir orgullosa que me siento una muniquesa más. Aunque nunca se deja de perfeccionar un idioma, soy capaz de entenderme, moverme en el día a día y trabajar en alemán. He aprendido que en Múnich una puede experimentar las cuatro estaciones del año en unas pocas horas —¡como en Pamplona!—, que a pesar de ser una ciudad de casi un millón y medio de habitantes, se puede llegar a todas partes en bici y que, como dicen aquí, no existe el mal tiempo sino la ropa inadecuada.

A pesar de los estereotipos que tenemos sobre los alemanes, he descubierto que los bávaros son gente muy disfrutona, además de muy trabajadora y puntual: nunca faltan razones para celebrar. Los mercadillos de Navidad, las primeras nevadas y el comienzo de la temporada de esquí, los festivales de cerveza, la llegada de la primavera con la apertura de los biergartens, el buen tiempo en verano con excursiones a los Alpes y a los lagos… son buenos ejemplos de ese espíritu que lo celebra todo. Desde Múnich también he podido seguir conociendo el resto de Europa. En unas pocas horas de tren o coche se puede visitar Austria, Suiza, el norte de Italia, Francia o la República Checa. Por no hablar del resto de Baviera y Alemania, que también ofrecen muchos lugares para descubrir. Por ejemplo, Heidelberg, una ciudad con mucha historia y la universidad más antigua del país, donde visité hace poco a mi amiga Cristina Pons [Ing Industrial 14], que acaba de mudarse.


Paula y Cristina, con el castillo de Heidelberg y el río Neckar de fondo.

En TUM hice el máster en Biomedical Computing que me abrió las puertas a muchas más oportunidades de las que había soñado cuando empecé la carrera. El programa consistió en dos años centrados en imágenes médicas, investigación biomédica y programación. Dentro de esos temas, el plan de estudios era bastante flexible y nos permitía cursar asignaturas en distintas facultades, como la de Medicina, Informática, Matemáticas o Física. Ese ambiente tan interdisciplinar supuso un reto pero aprendí muchísimo. Me dieron clase profesores que son referentes mundiales en innovación biomédica, como el doctor Nassir Navab, que asimismo es docente en la Universidad Johns Hopkins y tiene más de cuarenta patentes, además de haber fundado varias empresas. También, colaboré con el hospital universitario Klinikum Rechts der Isar y conocí muchas empresas del sector. Entre ellas, General Electric (GE), la multinacional americana líder en tecnología de la salud, donde desarrollé el trabajo fin de máster en análisis de imágenes de resonancia magnética para cuantificar la microestructura cerebral. 

 

CUATRO IDIOMAS BAJO EL MISMO TECHO

En 2017, cuando terminé los estudios, cambié del área de investigación de GE a las aplicaciones médicas y, desde entonces, me dedico al desarrollo de software para una aplicación que gestiona datos de pacientes e imágenes de ultrasonido. Esta solución permite crear y compartir informes médicos, así como facilitar el flujo de trabajo de profesionales sanitarios. Me gusta lo que hago porque combina tecnología y medicina y me lleva a interactuar con gente de todo el mundo: desde pequeñas clínicas en Baviera hasta grandes complejos hospitalarios en Estados Unidos. También va en aumento el número de clientes de Asia, América del Sur y Australia. Nuestro producto está traducido a más de veinte idiomas, aunque en el trabajo sobre todo uso el inglés.

El año pasado, tuve la oportunidad de acudir a la consulta de algunos de nuestros clientes y ver su trabajo desde otra perspectiva: durante mi primer embarazo, he vivido junto con mi marido la ilusión de ver la carita de nuestro bebé en una ecografía 3D. Las ecografías y los correspondientes informes médicos se han creado con productos de GE. Esta experiencia me ha hecho valorar todavía más mi labor y la suerte de poder contribuir al desarrollo de algo con un gran impacto en el cuidado de la salud de la mujer y de los más pequeños.


Marienplatz es la plaza central de Múnich, donde se sitúa el ayuntamiento de la ciudad.

Mi hijo Nicolás llegó al mundo en Múnich el 5 de noviembre de 2021, con casi cuatro kilos, unos ojos enormes y tres ciudadanías: española, italiana por mi marido y alemana por nacimiento. Múnich ha pasado de ser la ciudad a la que me vine a estudiar un posgrado al hogar donde hemos empezado nuestra familia. Somos un ejemplo más de su multiculturalidad: vivimos integrados en la sociedad alemana sin renunciar a nuestras raíces. En casa hablamos italiano, español, inglés y alemán; a veces en una misma frase inventando combinaciones que solo nosotros entendemos. En ocasiones estamos conversando en español y, si tocamos temas de trabajo, nos pasamos al inglés sin darnos cuenta.

El inicio de la pandemia nos pilló recién casados y estrenando nuestro nuevo hogar. Durante esos meses trabajamos en remoto y por las tardes salíamos a dar un paseo por un parque cercano. Al igual que muchos, nos dedicamos a experimentar en la cocina, hacer deporte y hablar con la familia. Por suerte nuestros puestos nos han permitido teletrabajar; sin embargo, se echa en falta la vida de oficina, las reuniones cara a cara, la pausa del café —que en mi caso solía estar acompañada de un partido de futbolín— y relacionarse con los compañeros fuera de los e-mails y las videollamadas. La pandemia ha cambiado tajantemente la forma de trabajar y ahora las empresas se decantan por un modelo híbrido. Me parece interesante ver cómo va a implementarse y cómo se irán transformando poco a poco las oficinas en espacios más flexibles donde ya no será necesario que cada empleado tenga una mesa fija.

De momento, disfruto de mi permiso de maternidad. En Alemania, son catorce meses que cada familia elige cómo repartir entre el padre y la madre; no tienen que ser consecutivos y puedes cogerlos hasta que el hijo cumpla ocho años. La verdad es que me parece que esta flexibilidad aporta muchas ventajas. Cuando vuelva a trabajar, habré estado un año entero con Nicolás. ¡Y se me está pasando demasiado rápido!

En los últimos siete años he vivido Múnich desde la perspectiva de estudiante universitaria, de joven profesional y ahora como madre. Con cada giro que ha ido dando mi vida aquí he ido descubriendo nuevas facetas de esta ciudad y forjando grandes amistades que ahora son mi familia muniquesa. 

 

 

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