Los lagos de Norteamérica
El humor y el amor
José Daniel Espejo Pre-Textos, 2019 57 páginas, 13 euros.
«Cuando las lágrimas
caen hacia dentro encharcan
el corazón»,
dice «Melancolía», un haiku de Javier Almuzara. En Los lagos de Norteamérica hay tanto dolor que, aunque el título hace referencia a un trabajo escolar de su hijo, resulta tentador pensar que es el acopio de las lágrimas de José Daniel Espejo (Orihuela, 1975).
Nos cuenta su vida de viudo sumido en una crisis personal, con dos niños, uno de ellos con autismo. A veces ensaya un humor desengañado a lo Karmelo C. Iribarren, como cuando se mira en el baño y se espeta: «ríndete, Espejo». Pero el humor no es la solución.
El imperfecto amor le salva. El suyo a sus hijos, el de sus hijos a él y el de su mujer:
«A veces veo en sueños a la mujer que falta.
No habla. […]
Lleva un vestido
de color azul oscuro
cuando se lo quita
ya ella no está allí. Nos cubre con él
a los niños y a mí
ahora nos refugian infinitas
constelaciones desconocidas».
Enrique García-Máiquez