Tirar del hilo
Memorias bordadas con gratitud
NOVEDADES EUNSA. Javier Marrodán | Eunsa, 2022 | 576 páginas | 24,90 euros.
Podría tratarse de una novela coral. Hay caballeros y asesinos, enfermos de cáncer, de sida, de soledad, arrepentidos al final de la vida o a la mitad, paisajes de película, suspense, historias de amor. Hay héroes valientes y anónimos, y otros, también valientes, que, por tener un rostro y un apellido reconocibles, perdieron la vida. A todos les une, al menos, el hilo de haberse cruzado con Javier Marrodán, de una manera u otra. Cuando el lector hace una pausa, esos personajes le acompañan, como sucede con las buenas novelas. Pero Tirar del hilo no es ficción, sino las memorias que Marrodán comenzó a hilvanar durante el confinamiento, en marzo de 2020, y que entretejen el tapiz que explica cómo ha llegado este periodista y maestro de periodistas a un seminario en Roma.
De sus entrevistas, además de reportajes, ha forjado amistades fuertes como las que nacieron en pantalón corto o en la camaradería de una redacción. Le vemos cruzar la Península para ayudar a una antigua alumna, y dedicar horas a editar textos de estudiantes inquietos. Nos tiemblan, como a él, las piernas, en el momento en que hacía una pregunta incómoda en una rueda de prensa anodina y desataba una reacción en cadena. Consigue con sus relatos de plomo tatuar la memoria sobre las víctimas del terrorismo de ETA. Experimentamos la satisfacción de admirar un paisaje desde la cima, y descubrimos que resuenan armónicos similares cuando contemplamos —y acogemos— a las personas con todos sus matices, sus diferencias y contradicciones. Justamente bajando de una montaña, el autor vio que Dios le quería sacerdote.
«Aspiro a contar bien las buenas historias», se lee en su Twitter. Marrodán lleva décadas bordando textos, y los relatos grandes o más pequeños —en apariencia—que componen su biografía hasta el momento y que cose en estas páginas son la mejor prueba de una mirada y una escritura generosas.
Lucía Martínez Alcalde