Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

Manuel Chaves Nogales, periodista y escritor

Texto Adolfo Torrecilla

Acorralado por la barbarie de los totalitarismos, el autor de A sangre y fuego figura entre los nombres de una época dorada del periodismo español.


Tras muchos años de silencio, la obra literaria y periodística de Chaves Nogales empieza a ocupar el lugar que merece en la historia de la literatura y del periodismo. Durante el franquismo, sólo se publicó en España su biografía Juan Belmonte, matador de toros, quizás por la popularidad del biografiado, todo un personaje, también literario. Pero gracias a algunos estudios universitarios y a la reedición en España de su libro de relatos A sangre y fuego, su fama no ha parado de crecer. Este éxito ha propiciado que se recuperen otros libros suyos igual de interesantes como El maestro Juan Martínez que estaba allí y La agonía de Francia, ambos publicados en Libros del Asteroide.

De familia de periodistas, Chaves Nogales nació en Sevilla en 1897. Allí trabajó hasta que se trasladó a Madrid para seguir ejerciendo el periodismo que exigían los nuevos tiempos: moderno, aventurero, analítico, intelectual.

Chaves viajó por toda Europa y conoció de primera mano los efectos de la Revolución rusa, uno de los temas que más se repiten en sus artículos y en las numerosas entrevistas que hizo a exiliados rusos en París. Desde el primer momento, fruto del profundo conocimiento de estos sucesos, tuvo una visión muy crítica de la Revolución, lo que le ocasionó no pocos problemas en unos años dominados por la propaganda soviética. A la vez, criticó también muy duramente el auge del fascismo y del nazismo, otro de los temas que abordó con profundidad en sus reportajes periodísticos.

Conoció de primera mano lo que estaba pasando en Italia, Alemania, Rusia y en el polvorín de centroeuropa. En España, apoyó la instauración de la República y cuando se inició la Guerra Civil se puso del bando republicano, aunque también censuró la deriva revolucionaria y comunista de los republicanos.

En esos años fue director del diario Ahora, el de mayor tirada por aquel entonces en Madrid. Pero dejó el cargo “cuando el Gobierno de la República abandonó su puesto y se marchó a Valencia”. En 1937 se exilia en París y continúa sus colaboraciones periodísticas en diferentes medios europeos y en la agencia francesa Havas.

En 1937 publica en Chile su libro A sangre y fuego, que tiene un subtítulo tenebroso: Héroes, bestias y mártires de España. Sorprende un libro de estas características, tan lúcido, en plena guerra civil. Para Pedro de Miguel, nuestro antiguo director, ya fallecido, se trataba, sin lugar a dudas, de uno de los mejores libros sobre la guerra civil que se han escrito, asunto al que dedicó unos cuantos artículos y algún reportaje en Nuestro Tiempo. Sin olvidar su condición de republicano, Chaves escribe unos relatos objetivos, verosímiles, donde se ensalza y critica lo mejor y lo peor de los dos bandos y, sobre todo, la gratuita y cruel violencia que se desató en España, provocando una despiadada guerra, de funestas consecuencias. El prólogo que escribió para este libro es, además, una joya que sirve para conocer mejor su valoración sobre la gravedad de lo sucedido y su postura ante lo que estaba por venir. Los relatos muestran a las claras el irracional clima moral que se había instalado en España, consecuencia directa de la estupidez, la barbarie y la crueldad que habían implantado “los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo”.

No acaban ahí sus desgracias. Al finalizar la guerra civil comienza la II Guerra Mundial y Chaves tiene que abandonar la capital francesa cuando las tropas nazis amenazan con su invasión. Fruto de la experiencia directa de aquellos años, de lo que vio en Francia, de las numerosas entrevistas que hizo, de su profundo conocimiento de la historia de Europa y de Francia, es La agonía de Francia, libro que escribió en Londres, donde continuó su exilio hasta su prematura muerte en 1944.

Sin lugar a dudas, gracias a estas recuperaciones, el nombre de Chaves Nogales empieza a ocupar el lugar que merece junto a otros compañeros de profesión (Josep Pla, Julio Camba, Eugeni Xammar, Gaziel...), periodistas y escritores que renovaron el mundo del periodismo y de la literatura con una visión moderna y profética de lo que estaba pasando.


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Categorías: Literatura