Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Ciencia, científicos y naturaleza humana


Humanidad, cemento y tráfico. Karl Giberson asegura que la sociedad actual se halla inmersa en un “atractivo” debate sobre la naturaleza humana que está sirviendo para revelar cuestiones muy profundas. Por ejemplo, que las personas están hechas para vivir en comunidad y que en sus genes arraigan instintos para formar parte de una tribu y tener líderes. Y lo ilustra con una aportación científica concreta: “Algunas investigaciones del biólogo estadounidense Edward O. Wilson sugieren que los humanos no podemos prosperar en un entorno plagado de edificios de cemento y carreteras pavimentadas que no nos permita ver árboles, disfrutar de campos y escuchar arroyos de manera cotidiana. Hay indicios científicos de que la gente que conduce al trabajo a través de una carretera rodeada de árboles presenta niveles de presión sanguínea más bajos que quienes conducen por una autopista colapsada, circundada por carteles indicadores y rascacielos”. Este tipo de conclusiones tendrían que conducir –añade– a consecuencias prácticas: “Deberíamos ser muy reacios a cortar árboles para hacer sitio a edificios. Deberíamos invertir más dinero en parques y, sobre todo, deberíamos mantener el equilibrio de una ciudad creando espacios verdes para que los niños puedan jugar”.

El papel de los científicos. A juicio de Karl Giberson, la sociedad no puede permtirse el lujo de que los científicos se conviertan en simples técnicos: “No pueden limitarse a subir a lo alto de la torre, cerrar todas las ventanas, pegarse al microscopio y permanecer allí hasta que se jubilen. Necesitan reconocer que no están haciendo un buen trabajo a la hora de formar a la sociedad para apreciar y entender la ciencia. Tampoco están instruyendo a los políticos en ese sentido. Su educación universitaria debería incluir cursos sobre escritura, sobre comunicación científica, sobre qué opina la ciudadanía acerca de la ciencia, y sobre la relación con otros sectores como la política, la religión, los periodistas e incluso Hollywood”.