Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

La Biblia

Ilustración: Diego Fermín

Recomendado por Francisco Varo.


El profesor y teólogo Francisco Varo afirma que la Biblia ha dejado tal huella como compendio de saberes que, en el lenguaje coloquial, ha pasado a ser un nombre común que se refiere a una obra que reúne todos los conocimientos imprescindibles de una materia. 

La Biblia es, junto con la Odisea, el documento fundacional de Occidente. Es la obra más traducida, vendida y discutida de la historia. Se han impreso cerca de cinco mil millones de ejemplares de este conjunto de textos. Consta de 71 libros escritos en un periodo de unos mil años, entre el 900 a. C. y el 100 d. C., en arameo, hebreo y griego, por unos cuarenta autores distintos. Con diferentes géneros, enfoques y lenguas, cuenta, en líneas generales, la historia de la relación de Dios con su pueblo elegido, Israel, y la llegada del Mesías que les prometió: Jesucristo. Lo consideran sagrado el judaísmo y todas las variantes del cristianismo, aunque existe discusión entre las distintas confesiones religiosas acerca de qué libros deben formar parte del canon bíblico.

Piedra Rosetta

«¿Qué tiene esta obra para ocupar el primer puesto en el ranking de los escritos más vendidos hasta la fecha? George Steiner afirmaba que “todos los demás libros, ya sean historias, códigos legales, tratados morales, poemas líricos, diálogos dramáticos, meditaciones teológico-filosóficas, son como chispas, muchas veces desde luego lejanas, que un soplo incesante levanta de este fuego central”».

Triángulo argumental

«La Biblia trata de los tres principales temas que configuran la realidad: Dios, el hombre y el mundo. Una lectura pausada de sus páginas invita a pensar con criterio y formarse opiniones fundadas acerca de la relación entre el ser humano y la naturaleza; Dios y la historia; el sentido de la vida; la configuración de la personalidad; el matrimonio y la familia; la cultura y la espiritualidad o los orígenes del judaísmo y del cristianismo, entre otras grandes cuestiones. No faltan relatos de enorme fuerza narrativa, poemas de intenso lirismo y meditaciones sapienciales, todo ello aderezado con refranes populares y testimonios personales en extremo expresivos».

El protagonista

«Toda esa fascinante trama de narraciones, oráculos y sabiduría se despliega a lo largo de sus páginas para preparar la entrada en escena de su personaje central: Jesucristo. Los cuatro evangelios lo presentan desde cuatro puntos de vista diversos pero complementarios, lo que permite contemplar su figura con el relieve adecuado. Su sencillez, su ternura, su conocimiento y, sobre todo, la profundidad divina de su perfecta humanidad no dejarán indiferente al lector».

No es una novela con valores

«Una lectura directa de la Biblia también puede escandalizar. No es, ni de lejos, una obra mojigata. Toda la miseria humana está viva en algunos de sus personajes. Un motivo más por el que interesa leerla, porque no nos pasa nada que no le haya sucedido antes a alguien. Pero, al final, hay motivos para la esperanza, porque en la Biblia, como en la realidad, el mal no tiene la última palabra. El triunfo definitivo es del bien».

Más que un libro, una conversación

«Además, si el lector la lee en la fe de la Iglesia encontrará mucho más. Se dará cuenta de que es “una carta que Dios le escribe” para establecer y mantener un diálogo amistoso con él, por usar la expresión de san Gregorio Magno en el siglo VI, cuando le recomienda a su médico Teodoro que no deje de leerla».

 

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