Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 718

Patrimonio digital: los cimientos para habitar mejor

«En un momento en el que casi dos tercios de la población mundial —especialmente en Asia y América Latina— todavía debe dotarse de infraestructuras tangibles y materiales, el desarrollo a gran escala de las tecnologías digitales resulta imprescindible»



Texto: Olivier Pellerin, presidente de DETEO, empresa de consultoría en diseño, tecnología e innovación aplicadas al sector de la construcción

La arquitectura y la ingeniería del siglo XX impulsaron la creación de una red de infraestructuras físicas sin precedentes en Europa y América del Norte —ciudades, viviendas, transporte…—; sin embargo, el principal eslabón en la cadena del desarrollo se ha perdido. ¿Cómo hemos llegado a romper el equilibrio histórico entre el hábitat humano y la naturaleza?, ¿qué estamos construyendo realmente? 

Desde hace varias décadas, la relación de las personas con su entorno está sufriendo un profundo cambio. Los desafíos medioambientales se sitúan en el centro de nuestras preocupaciones sociales y económicasla calidad del aire, del agua, de nuestras reservas alimentarias, la búsqueda de fuentes de energía limpia, etcétera.

Diferentes estudios apuntan que entre el 20 y el 35 por ciento de los gases de efecto invernadero emitidos a nivel mundial provienen de nuestras infraestructuras: su construcción, su uso e incluso su demolición. En este contexto, ¿qué puede aportar la transformación digital de este sector a la sostenibilidad? Las innovaciones tecnológicas están transformando radicalmente la industria de la construcción —mejoran la calidad, reducen los errores en cadena y los plazos de entrega, permiten producir off-site, optimizan la eficiencia energética…— y también nos acercan un paso más hacia la ansiada huella de carbono neutra para el planeta. 

En un momento en el que casi dos tercios de la población mundial —especialmente en Asia y América Latina— todavía debe dotarse de infraestructuras tangibles y materiales, el desarrollo a gran escala de las tecnologías digitales resulta imprescindible. Su uso aplicado al diseño, la construcción y la gestión de un edificio a lo largo de su ciclo de vida genera un patrimonio digital sin precedentes. Igual que ocurre en otros ámbitos, estos datos no tienen gran valor en sí mismos. Su análisis debe, por un lado, servir para diseñar y construir mejor; por otro, para comprender en profundidad cómo las infraestructuras utilizan los recursos disponibles, así como su impacto en el medioambiente. 

Este es el verdadero desafío de la transformación digital del sector. Un reto que involucra a numerosos actores: Gobiernos, empresarios, ingenieros, arquitectos… Los futuros profesionales de la industria —hoy día estudiantes— están tomando conciencia de esta nueva realidad. Y los ya graduados deberían regresar a las aulas universitarias para actualizar sus conocimientos o investigar en proyectos colaborativos. La innovación resulta esencial para poder cambiar las organizaciones y sus procesos. Y, por ende, es la clave para reconectar la edificación con la naturaleza.