julio - septiembre 2017
En conclusión
La calidad docente es lo primordial en la experiencia universitaria del estudiante, pero esto no excluye otros factores que enriquecen su paso por la universidad: la posibilidad de acceder a becas, la facilidad para encontrar alojamientos adecuados, las oportunidades de desarrollar actividades deportivas, culturales y de solidaridad…
Parte importante de esa experiencia del estudiante es la responsabilidad social y medioambiental, que se aprende teóricamente en las aulas y se amplía en la práctica fuera del campus, durante los años de universidad.
El proceso de educación superior incluye el aprendizaje del compromiso cívico. Cada vez más, es una expectativa de los propios alumnos.
La perla
«Una universidad socialmente responsable es capaz de integrar voluntariamente las preocupaciones sociales y medioambientales en las actividades ordinarias de docencia e investigación, y en sus relaciones con sus interlocutores o grupos de interés»
Reyes Calderón, directora de la Unidad de Reputación de la Universidad de Navarra
La perspectiva del estudiante
El interés por la responsabilidad social y ambiental en una universidad es alto en sus tres públicos.
El 74,16% de los futuros alumnos, el 70,94% de los actuales y el 68,39% de los graduados consideran de una gran importancia la responsabilidad social y ambiental en una universidad.
Al 47,78% de los estudiantes le gustaría que sus asignaturas, además de formación académica y profesional, tuvieran un factor de servicio a la sociedad.