marzo - abril 2010
1. La gestión del silencio
No necesitaba Antonio Fontán ni distinciones ni honores. Lo había conseguido todo en una vida de gran plenitud. La muerte ha venido a cerrar una trayectoria ejemplar. De aquel Consejo Privado de Don Juan, que fue clave en la vida española contra la dictadura, quedamos ya muy pocos. Con Antonio Fontán se ha ido el más prudente y sosegado de todos. (…) Le vi actuar durante muchos años en misiones de extremada delicadeza. Nunca hizo un aspaviento. Nunca se deslizó por la vanidad. Su gestión era la del silencio, la discreción, la eficacia.
Luis María Ansón. El imparcial
2. El camino de la transición
Podría muy bien figurar en un tratado de hombres ilustres. No lo fueron más los que figuran en el de Plutarco. Con Antonio Fontán y con Joaquín Garrigues Walker iniciamos a comienzos de los años setenta un grupo, de entonces jóvenes, nuestra andadura política en Andalucía. La defensa de la democracia, de las libertades y del estado de derecho, a la postre hacia la Transición, fue hacia donde nos llevaron aquellas dos personas que tanto aportaron a la vida pública española.
Soledad Becerril. Abc
3. Hombre puente
Fontán ha sido un ejemplo de hombre puente, ese género de personas que tanta falta hace en momentos críticos como los actuales, comprensivos, antisectarios, tolerantes, abiertos al diálogo, comprometidos en el servicio de la colectividad.
Jaime Arias. La Vanguardia
4. Entre la política y el periodismo
Con su fallecimiento desparece un gran español, un demócrata auténtico, un cristiano fiel. Porque Fontán, que siempre navegó por las peligrosas y descreídas aguas de la política y el periodismo, llegó a la meta conservando su fe.
Nacho Uría. www.nachouria.com
5. Profesor admirable
Don Antonio Fontán había sido profesor mío de Filología y Crítica Textual Latinas en mi cuarto curso de carrera, allá por los primeros años setenta del siglo pasado. Lo recuerdo siempre con libros que acababan de salir en las cuatro esquinas del orbe y que él conseguía, como por arte de birlibirloque, nada más ponerse a la venta, lo que suscitaba en mí pasmo y admiración a partes iguales.
Luis Alberto de Cuenca. Abc
6. Comprensivo con todos
Moderación, diálogo, solvencia. Amor a la verdad de las cosas, firmeza en las convicciones propias, comprensión de las personas con otros ideales. Antonio Fontán se ha ido, y muchos nos sentimos huérfanos.
Ramón Pi. La gaceta
7. Un hombre alegre
Como consejero, conciliador y pacificador, Antonio Fontán no ha tenido precio en su amor y defensa de la libertad personal. También, por sus divertidas ocurrencias, su ironía sembradora de alegre y divertida inteligencia y humildad.
Juan José Noblejas. Scriptor.org
8. Liberal y cristiano
Fontán desmiente con su dilatada trayectoria en su vida y en la vida pública española, la pretensión de aquellos que a veces se empeñan en contraponer liberalismo y cristianismo como si para ser un buen liberal hubiera, necesariamente, que prescindir de la fe religiosa. (…) Discreto, afable, sumamente equilibrado, siempre lúcido pero prudente y moderado, he ahí el ramillete de virtudes que exhibió a lo largo de su andadura profesional y política.
Ignacio Camuñas. Abc
9. Una pieza sin repuesto
El gran déficit de la España actual es el de protagonistas como Fontán, patricios germinadores de la convivencia y la tolerencia. Sabios comprometidos con la libertad. Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar en su ámbito –en la SER primigenia, en la Universidad de Navarra, en Nuestro Tiempo– sabemos que es una pieza sin repuesto. Una de las contadas singularidades que, verdaderamente, impulsan progreso.
Manuel Martín Ferrand. Abc