Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

CRISPR: una revolución tecnológica


Las bases científicas de la técnica de edición genómica conocida como CRISPR/Cas9, descubierta en 2012, se encuentran en los trabajos del microbiólogo Francisco Juan Martínez Mojica, de la Universidad de Alicante. Este tipo de estrategias ofrecen esperanzas en la lucha contra muchas enfermedades de origen genético y suponen una revolución tecnológica en los laboratorios de investigación biomédica, puesto que posibilitan la realización de experimentos genéticos que hace pocos años eran inalcanzables. 

CRISPR es una tecnología de corrección genética relativamente sencilla de utilizar. Consta básicamente de dos componentes: una proteína y una molécula de ácido ribonucleico (ARN). Cuando este complejo llega al interior de la célula, el ARN lo guía al lugar concreto del genoma donde debe actuar; la proteína corta el ADN en ese punto dejando dos extremos libres, y a continuación la propia maquinaria de reparación de la célula fusiona esos extremos. Si se incluye además otra molécula que sirva como molde, durante ese proceso de reparación se puede cambiar una letra del genoma original por otra de un modo muy específico, dando como resultado la edición o corrección genética. 
La edición genética mediante CRISPR todavía está en fase de desarrollo y optimización, a medida que se van superando algunas de sus limitaciones. Entre otros problemas, la maquinaria no siempre 
corta únicamente en el punto al que va dirigida, sino también en otros lugares del genoma. Esto provoca incertidumbre sobre los posibles efectos negativos que esos cambios imprevistos puedan tener. Aun así, la investigación de estos últimos años ha mejorado de modo significativo la especificidad de esta técnica, y constantemente aparecen innovaciones que la hacen más fiable.

Las bases científicas de la técnica de edición genómica conocida como CRISPR/Cas9, descubierta en 2012, se encuentran en los trabajos del microbiólogo Francisco Juan Martínez Mojica, de la Universidad de Alicante. Este tipo de estrategias ofrecen esperanzas en la lucha contra muchas enfermedades de origen genético y suponen una revolución tecnológica en los laboratorios de investigación biomédica, puesto que posibilitan la realización de experimentos genéticos que hace pocos años eran inalcanzables. CRISPR es una tecnología de corrección genética relativamente sencilla de utilizar. Consta básicamente de dos componentes: una proteína y una molécula de ácido ribonucleico (ARN). Cuando este complejo llega al interior de la célula, el ARN lo guía al lugar concreto del genoma donde debe actuar; la proteína corta el ADN en ese punto dejando dos extremos libres, y a continuación la propia maquinaria de reparación de la célula fusiona esos extremos. Si se incluye además otra molécula que sirva como molde, durante ese proceso de reparación se puede cambiar una letra del genoma original por otra de un modo muy específico, dando como resultado la edición o corrección genética. La edición genética mediante CRISPR todavía está en fase de desarrollo y optimización, a medida que se van superando algunas de sus limitaciones. Entre otros problemas, la maquinaria no siempre corta únicamente en el punto al que va dirigida, sino también en otros lugares del genoma. Esto provoca incertidumbre sobre los posibles efectos negativos que esos cambios imprevistos puedan tener. Aun así, la investigación de estos últimos años ha mejorado de modo significativo la especificidad de esta técnica, y constantemente aparecen innovaciones que la hacen más fiable.