Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Un día en el colegio San Juan de la Cadena


9.00. Empezar el día con fracciones
Las clases en el colegio San Juan de la Cadena comienzan a las 9.00 horas. Los 300 alumnos de Primaria entran ordenadamente al edificio, en el barrio pamplonés de San Juan, y se distribuyen en sus aulas. La de 6ºA se encuentra en la segunda planta. La encargada del curso es Maribel Ugarte, una veterana de la enseñanza. Los miércoles, los 25 alumnos empiezan el día con clase de Matemáticas. Hoy han seguido avanzando con las fracciones. Maribel alterna las explicaciones con problemas que ellos resuelven de forma individual. Siempre está atenta para solucionar sus dudas.

10.40. Yo lo sé
La segunda clase del día es la de Lengua. Los alumnos de 6ºA participan activamente, pero siempre levantando la mano antes de intervenir. Maribel les va dando paso a unos y otros con paciencia e interés. San Juan de la Cadena es un colegio público que empezó a funcionar en 1984. Uno de los “valores prioritarios” del centro es el de inculcar en los escolares “respeto y consideración hacia las opiniones ajenas”, de modo que “tengan capacidad de aceptar ideas distintas de las propias”. Con ese fin se les prepara para adquirir “una actitud abierta, de escucha y consideración”.

10.45. La hora del recreo
Maribel Ugarte charla distendidamente con algunos de sus alumnos en el patio del colegio. Ni los bocadillos ni los juegos habituales han cambiado demasiado en las últimas décadas. En cambio, se ha ampliado la procedencia geográfica de los alumnos. En Pamplona el porcentaje de inmigrantes es del 12,6%, y la cifra tiene un correlato en el centro. Por eso, una de sus señas de identidad es el pluralismo, “sin discriminaciones de ningún tipo debido a origen, ideología, sexo, creencias, ni otra razón”. Todos los profesores entiende que “un centro educativo es algo más que el lugar donde se imparten conocimientos”.

11.00. La pausa del café
La máquina de café que se esconde  en uno de los rincones del hall es un socorrido punto de encuentro. Maribel Ugarte charla con una compañera sin perder demasiado de vista lo que ocurre en el patio. En el colegio trabajan 37 profesores, entre tutores y especialistas.

11.30. Rugby para todos
El colegio San Juan de la Cadena dispone de distintas instalaciones deportivas para desarrollar el programa de educación física y deporte escolar. Hoy toca rugby y las explicaciones las imparten tres especialistas invitados para la ocasión. Recuerdan las reglas del juego a los chicos y chicas de 6ºA y, para evitar encontronazos violentos, les proporcionan unas cintas de fieltro que deben llevar colgando de la cintura: arrebatar la del contrario es equivalente a un placaje virtual.

11.40. Corregir y valorar
Cuando no les toca dar clase, los profesores dedican una parte del tiempo a corregir. Maribel Ugarte aprovecha el Rugby para concentrarse en los ejercicios que le han entregado poco antes a sus alumnos. El centro va evaluando de manera continuada a los escolares e intenta siempre que esa valoración que realiza de su aprendizaje resulte comprensible para las familias. Los profesores tratan además de que sean los propios alumnos quienes evalúen.

12.30 Aprender mientras se enseña
Algunos profesores veteranos aseguran que nunca han dejado de aprender cosas de sus alumnos. Entre unos y otros se establece con frecuencia una relación muy estrecha que en ocasiones se prolonga más allá de los años de colegio. Los alumnos de San Juan de la Cadena tienen una jornada lectiva semanal de 26 horas. Eso supone que pasan mucho tiempo con sus maestros. Algunos de éstos son para ellos un referente en casi todos los órdenes.

15.10. Clase de costura
Por la tarde toca hacer punto de cruz. Hace unas décadas, las clases de costura estaban reservadas únicamente a las chicas, pero entre los 25 alumnos de 6ªA de San Juan de la Cadena, los más habilidosos con la aguja y el hilo son hoy algunos chicos. Los objetivos del centro hablan de proporcionar a los alumnos “una formación plena”, y eso incluye “cultivar la sensibilidad”, “adquirir destrezas” y desarrollar determinados “valores, normas y actitudes”. Los alumnos pasan con naturalidad de los libros al ordenador y de éste al punto de cruz.

15.50. Una utopía necesaria
Los alumnos de 6ºA aprovechan el último intermedio, antes de que empiece la clase de inglés, para retratarse en el hall con su profesora. Quizá aún no son conscientes de que muchos de los conocimientos, los valores y los hábitos que están adquiriendo en el colegio tendrán una gran importancia en su futuro. En el ideario del centro se indica que San Juan de la Cadena comparte plenamente las indicaciones de la UNESCO, que ven en la educación “una utopía necesaria, el motor de una sociedad que avanza por la senda del progreso y el bienestar”.